El gobierno de la vecina provincia anunció el pago a quienes ofrezcan información precisa sobre los autores del crimen ocurrido el 7 marzo en Rosario.
La Fiscalía Regional de Rosario difundió un video y pidió colaboración a la población para dar con los responsables del crimen de Marcos Daloia, el chofer de la línea K a atacado a balazos el 7 de marzo de este año en Mendoza y México. El gobierno provincial anunció una recompensa de 10 millones de pesos para quien suministre información fehaciente sobre los imputados.
La secretaria de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe, Lucía Masneri, señaló este viernes que tras el pedido de colaboración que lanzó hoy el fiscal a cargo de la investigación Patricio Saldutti, desde el gobierno se resolvió “se volver a lanzar una recompensa tal como se hizo en marzo. Recurrimos una vez a este recurso teniendo la necesidad de encontrar en este caso, que está casi esclarecido, a las dos personas que falta someter a la Justicia”.
Masneri precisó que el premio para quien aporte información sobre esos personas, una de ellas identificada como José Mauricio Maturano, “es de 10 millones de pesos". Y aclaró: "Los datos que se aporten deben conducir al esclarecimiento del hecho. Si la información que se suministra a la Justicia no conduce al esclarecimiento del hecho, no se pagará la recompensa y habrá que seguir investigando”.
“La recompensa se puede pagar a más de una persona con el monto graduable en base al grado de positividad que tuvo ese dato. El monto de la recompensa depende del significado del dato y de la cantidad de personas intervinientes”, agregó.
El ofrecimiento de la recompensa por los asesinos del chofer Marcos Daloia se hizo público durante una conferencia de prensa que brindaron en forma conjunta Masneri y el fiscal que interviene en el caso, Patricio Saldutti, en el Centro de Justicia Penal. Este viernes también se difundieron imágenes de los asesinos, uno identificado como José Maturano.
Según informa La Capital de Rosario, el asesinato de Marcos Daloia fue uno de los hechos cometidos a principio de marzo en el marco de narcoterrorismo. El chofer de la línea K fue uno de los cuatro trabajadores ultimados en una seguidilla de violencia desatada tras el endurecimiento de las condiciones de detención de presos de alto perfil.