Con el paso del tiempo, pareciera que nuestra columna vertebral fuera cediendo. Muchas veces adoptamos posturas incorrectas ocasionando deterioro de la estructura y trastornos articulares.
Hay un signo que denota el paso del tiempo, independientemente de las arrugas o las canas, y es la postura algo encorvada del cuerpo. Desde hace ya varios años, muchos expertos han ido demostrando lo importante que es mantener una buena alineación corporal, no sólo del punto de vista estético, sino también en el aspecto fisiológico, mecánico y psicológico. Un artículo de la Clínica ITYOS de España, dice que esto ocurre casi en el 80% del mundo occidental, la mayor parte de la población sedentaria sufre alguna de estas molestias y muchos, incluso, de forma crónica, es decir, a diario.
De hecho, mantener una correcta alineación corporal nos afecta a todos sin importar la edad, pero cuanto antes nos ocupemos de mejorar la postura, menos problemas de salud tendremos por esta causa; los malos hábitos posturales pueden llegar a ocasionar una progresiva deformación del cuerpo, además de generar trastornos articulares crónicos como la ciática, la artrosis, la lumbalgia etc.
Mantener erguida la columna vertebral
En otra época se valoraba tanto el hecho de mantener erguida la columna vertebral que lo más habitual era ver a las mujeres enfundadas en aquellas estructuras llamadas corsé. Con el tiempo, esa idea fue evolucionando a un pensamiento más amplio y se descubrió que la buena postura corporal es mucho más que mantener la espalda recta.
En la infancia, la postura del cuerpo es relajada, pero a medida que nos hacemos mayores se empiezan a reflejar las tensiones de la vida. Y hacemos esto sin darnos cuenta, afectando así funciones vitales que acaban por agotarnos. Los problemas posturales, son consecuencia de:
Cuál es la postura correcta
Esto está relacionado con la fuerza de la gravedad: cualquier postura que adoptemos está sometida a esta fuerza. Asimismo, tenemos una línea de gravedad que es como un trazo vertical imaginario que atraviesa el llamado “centro de gravedad del cuerpo”, un punto ubicado en el medio de la masa corporal. Esta postura le da equilibrio a las extremidades inferiores y permite que el andar sea suave y natural.
Pero atención, mantener la columna erguida no quiere decir ponerla rígida; en realidad hablamos de que esté alineada en una posición adecuada y cómoda, de llegar a un equilibrio entre los huesos, las articulaciones y los músculos, respetando la configuración de las tres curvas de la espalda: el cuello y la zona lumbar, curvadas hacia fuera y la columna media, curvada hacia dentro. Esta postura es dinámica y además interdependiente, por ejemplo si se curva la región lumbar en exceso (lordosis), puede ocasionar que el resto de la espalda también se vea afectado como hiperlordosis en el cuello u hombros encorvados.
Cómo remediar los problemas posturales
Si bien existen muchos ejercicios para calmar el dolor de columna y cintura, también hay ciertos consejos para aplicar en las actividades que realizamos en el día a día.
Si vas a comenzar un programa de ejercicios por un dolor de columna continuo o tras una lesión en ella, consultá con un fisioterapeuta u otro miembro del equipo de atención médica para que te recomiende las actividades que son seguras para vos.