El interés de los senadores nacionales se vincula con la negociación que tiene Vidal con Casa Rosada por la cesión de áreas maduras de crudo pertenecientes a YPF hacia la gestión provincial, que reclama que no se encuentran en actividad. Esta demanda fue una de las promesas de campaña del actual gobernador. Además, dudan del compromiso de Nación para evitar la privatización del Yacimiento Carbonífero Río Turbio.
En este escenario, incluso si el Gobierno retiene todos las voluntades de los indecisos, la votación por la ley Bases quedaría 36 a 36. De esta forma, desempataría la presidencia del Senado, que está en manos de Victoria Villarruel o bien de Bartolomé Abdala, dado que la vicepresidenta de la Nación debe encargarse de Casa Rosada al momento que Javier Milei cumpla sus compromisos internacionales en el marco del G7. Ese voto sería presumiblemente a favor de la legislación. En cambio, si 36 senadores no dan quórum, la sesión se cae.