Había una recompensa de $5.000.000. Trabajaba en una quinta de Moreno. Abel Guzmán, buscado por el crimen del colorista Germán Medina, había logrado permanecer prófugo dos meses.
Con barba y un look muy diferente al que solía llevar cuando trabajaba en la peluquería de Recoleta, Abel Guzmán fue capturado en el partido de Moreno este miércoles por agentes de la División de Homicidios de la Policía de la Ciudad. Fue luego de que un vecino lo delatara por la recompensa de 5.000.000 de pesos que ofrecían por datos que permitieran atraparlo.
Las fuentes detallaron que esta mañana llegó la información de que el prófugo estaba trabajando en una quinta ubicada en ese partido del oeste del conurbano bonaerense. Era empleado de una mujer mayor.
Los investigadores habían llegado hasta esa zona a través del análisis de redes sociales y la ubicación del celular que podría estar en manos del homicida, pero no tenían el sitio preciso en el que se refugiaba.
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La recompensa había sido propuesta por la Unidad de Captura de Prófugos de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (UFECRI), a cargo del fiscal José María Campagnoli.
Antes de la detención, los detectives siguieron todos los llamados anónimos que recibieron por el caso. “Lo habían visto desde Beccar hasta Santiago del Estero”, puntualizaron. Finalmente, este miércoles dieron con el dato correcto, tras 10 semanas de búsqueda.
Un vecino de la cuadra donde se escondía el homicida dijo a TN en el lugar: “Salí y lo tenían dos policías sacándole fotos. Cuando lo vi pensé: ‘Este tiene cara conocida’”. Y agregó: “Se ve que estaba viviendo hace poco ahí, en esa casa donde vive una señora grande. Nunca lo había visto. Lo noté tranquilo”.
Una mujer del barrio, también dio su testimonio al canal de noticias y confirmó que trabajaba para una señora mayor, de unos 80 años: “Ella pobrecita no sabía nada, salió a preguntar qué había pasado. Vive ahí con el hijo”.