Lo realizó el Ministerio de Capital Humano. “El gobierno anterior no controló a los matriculados en los programas de ‘Argentina contra el Hambre’”, sostienen desde la cartera a cargo de Pettovello.
El Ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello presentó ante la Justicia las certificaciones de los 1.607 comedores y merenderos que la cartera “no pudo certificar” porque ya no funcionaban más, porque nunca existieron o porque brindaron direcciones falsas. El fiscal Ramiro González investiga si los referentes de las organizaciones que los administraban seguían recibiendo los alimentos secos o dinero a través del programa Alimentar Comunidad; también a los funcionarios que debían controlar y no lo hicieron.
Esos lugares representan el 47,5% de los 3.385 que se relevaron entre el 7 de febrero y el 17 de mayo. Los “comedores fantasma” pertenecen a organizaciones sociales y piqueteras como el Polo Obrero, el Frente de Organizaciones en Lucha, Libres del Sur, la Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, el Frente Popular Darío Santillán, el Movimiento Evita y Barrios de Pie. Las dos últimas organizaciones se referencian en los ex funcionarios del entonces Ministerio de Desarrollo Social, Emilio Pérsico y Daniel Menéndez. También trabajaba en esa repartición Jeremías Cantero, la mano derecha en el Polo Obrero de Eduardo Belliboni. Cantero está imputado en otra causa judicial junto a 27 dirigentes populares por “extorsionar” a beneficiarios del programa Potenciar Trabajo para que asistan a marchas o actos partidarios bajo la amenaza de darles de baja el plan a través de la Secretaría de Economía Social.
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Hasta ahora Capital Humano había denunciado la inexistencia de 1.201 comedores. Ahora la cifra se amplió. La verificación de la cartera de Pettovello indica que sí se acreditaron 1.766 comedores. Representan el 52,2% de los comedores visitados de manera personal y otros 12 lugares -el 0,4%- volverán a ser auditados.
En total, esos comedores y merenderos asisten a 240.370 personas, un promedio de 163 beneficiarios por local.
La abogada ya había descripto en una de sus presentaciones que “el entonces Ministerio de Desarrollo Social para asistir a los merenderos/comedores tenía dos políticas: una, la adquisición de alimentos en especies; y la otra, otorgar dinero para la compra de alimentos. En ambos casos se otorgaba la asistencia a las agrupaciones sociales que declaraban nuclear merenderos/comedores para que sean ellas quienes terminen repartiendo la asistencia a los ‘preinscriptos’ en el Registro Nacional de Comedores y Merenderos (RENACOM)”.
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Las cifras no son menores. De las planillas incorporadas como prueba al expediente por Gianni se desprende que 38 organizaciones recibieron seis mil millones de pesos del área de “Políticas Alimentarias”.
De esos datos oficiales -publicados por este medio- también se desprende que el Polo Obrero fue la organización social que más alimentos recibió en 2023 por parte del Gobierno de Alberto Fernández: 4.618 toneladas de las 18.685 toneladas que se distribuyeron entre 44 entidades.
¿Esa totalidad de alimentos fueron en realidad a los platos de los más vulnerables o se utilizaba para otros fines? Eso es lo que deberá determinar la Justicia.
La Subsecretaria Legal de Capital Humano tiene opinión sobre ese punto y otros hechos muy poco claros que habrían sucedido durante la gestión del Frente de Todos a través de Desarrollo Social: “Pareciera ser un plan sistemático para cometer varios hechos de corrupción contra el pueblo argentino, violentando derechos humanos como la alimentación, la libertad, la dignidad y el trabajo de los sectores más vulnerables”, dijo ante el fiscal federal Ramiro González.
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En la documentación presentada el viernes se lee, por ejemplo, en el “formulario de validación-constancias de relevamiento” observaciones escritas a mano en las que se sostiene que en la dirección visitada por los funcionarios “no funciona ningún comedor ni merendero. Por referencia de vecinos dicen que falleció la responsable hace 2 años”.
En otro se lee: “No funciona más como comedor. El domicilio corresponde a una cooperativa textil. Ya no funciona como merendero”.
En otro de los lugares inspeccionados se observó: “En la dirección declarada nunca funcionó un comedor/merendero”, o “los datos de domicilio de la preinscripción no coinciden con los reales”.
En algunos casos, por ejemplo, “estaba duplicada la inscripción”, en este ese caso la “RNCM-0030026″.
En la localidad de Moreno, por ejemplo, había un supuesto comedor que pertenecía al Movimiento Evita, pero “en la dirección declarada funciona una cancha de futbol”.
En otro caso, en cambio, “la titular refiere que el comedor dejó de funcionar hace seis meses, cuando dejó de recibir mercadería”.
En la Casa Rosada están convencidos de que los bolsones de alimentos que debían ser destinados a los más vulnerables en muchos casos se utilizaban como herramienta de extorsión, como quedó plasmado en la causa a cargo del juez Sebastián Casanello y el fiscal Gerardo Pollicita.
La abogada Gianni afirmó ante la Fiscalía federal que de la investigación de Capital Humano “surge que el gobierno anterior no controló a los comedores matriculados durante los años de gestión de los programas ‘Argentina contra el Hambre’”. También conocida como “La Mesa contra el Hambre”.
Tal como informó este medio, el fiscal Ramiro González solicitó una serie de informes para esclarecer quiénes eran los funcionarios responsables de controlar a los comedores.
La Justicia busca determinar la identidad y participación de “todas las personas que resulten responsables, entre ellos funcionarios públicos que hubieran prestado funciones tanto en la Secretaría de Inclusión Social, en la Dirección Nacional de Seguridad Alimentaria, en la Dirección de Planificación y Evaluación de Políticas Alimentarias, en el Ministerio de Desarrollo Social desde el año 2020 al 10 de diciembre del año 2023, como así también todo funcionario público que se desempeñara en áreas con vinculación a los hechos”.
En la causa se investigan los presuntos delitos “ de defraudación contra la administración pública” e “incumplimiento de deberes de funcionario público”.
Los tres ministros del área en la gestión Fernández fueron Daniel Arroyo, Juan Zabaleta y Victoria Tolosa Paz. La responsable de la Secretaría de Inclusión Social era Laura Valeria Alonso. Juez y fiscal deberá decidir si llaman a estos u otros funcionarios a declarar en calidad de testigos, imputados o si no lo hacen.
Más allá de la causa penal, Sandra Pettovello resolvió quitarle a las organizaciones sociales y piqueteras la “tercerización” de los alimentos secos. Ahora, a los comedores validados se les entrega una tarjeta a través del programa Alimentar Comunidad que se carga con un determinado monto de dinero cada vez que se rinde la compra anterior.
Por fuera de esos comedores, hay casi 8.000 que son asistidos a través de convenios firmados por 20.000 millones de pesos para la compra de 5 millones de unidades de alimentos con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en el marco de la ampliación del Programa de Abordaje Comunitario.