Un momento de profunda emoción se vivió, días atrás, durante el acto de Promesa de Lealtad a la Bandera en una escuela de La Banda, en el que se vivió un ejemplo conmovedor de integración.
Adriano Valentin Reyes Quiñones fue el protagonista de un momento sumamente especial y emotivo días atrás. Adriano tiene 12 años y padece de encefalopatía crónica no evolutiva (ECNE), también conocida como parálisis cerebral infantil (PCI), una condición que afecta su motricidad y habla, pero nofue un impedimento para cumplir con la tradicional promesa de lealtad a la bandera en la Escuela especial Dra. Telma Reca, de la ciudad de La Banda.
Desde su nacimiento, la vida de Adriano ha sido una serie de desafíos. Sus padres, Miguel Agustín Reyes y Adriana Alejandra Quiñones, hablaron con Diario Panorama y contaron que desde una edad temprana, Adriano ha enfrentado múltiples terapias y procedimientos médicos, incluyendo cirugías y períodos prolongados en terapia. Sin embargo, su familia ha demostrado una inquebrantable muestra de amor, acompañamiento y determinación en busca de una vida normal para él, luchando contra los obstáculos burocráticos y los prejuicios que a menudo enfrentan las personas con discapacidades.
Adriano y su familia, el año pasado, luego de su primera comunión.
A pesar de los desafíos, Adriano ha logrado importantes hitos en su vida. “Ha sido integrado en un jardín común, por recomendación de sus terapeutas, y ha recibido educación a través del programa de Escuela Hospitalaria, lo que permitió contar con maestras domiciliarias. El año pasado, pudo celebrar su comunión y confirmación, gracias al apoyo de una catequista especializada en niños con necesidades especiales”, relató Adriana.
La familia de Adriano destacó que lo más difícil no son los cuidados físicos, sino la lucha diaria por la inclusión y la empatía. Sin embargo, están decididos a apoyar a su hijo en su camino hacia la felicidad y la realización personal, enfrentando cada desafío con amor y determinación.
El caso de Adriano Valentin Reyes Quiñones es un recordatorio conmovedor de la importancia de la inclusión y el apoyo a las personas con discapacidades, así como un ejemplo inspirador de cómo el amor y la determinación pueden superar cualquier obstáculo.
En un acto tan simbólico como la Promesa a la Bandera, su historia ilumina el verdadero significado de la igualdad y la unidad de la sociedad, la cual han sido ejemplo toda la comunidad educativa de la institución.