La organización terrorista se hizo cargo del tiroteo en el Crocus City Hall a través de la plataforma Telegram. Sin embargo, el Kremlin acusó a Ucrania, mientras que desde Kiev dijeron que se trató de un autoatentado.
El ataque de un grupo comando en la sala de conciertos Crocus City Hall en un suburbio Moscú, que dejó por lo menos 40 muertos y más de 100 heridos, generó conmoción en Rusia, mientras las autoridades intentaban establecer quién está detrás del “sangriento atentado terrorista”. Finalmente, el grupo jihadista Estado Islámico (EI, o ISIS por sus siglas en inglés) se adjudicó la responsabilidad del ataque.
En uno de los peores ataques de este tipo en Rusia en años, por lo menos cinco hombres armados entraron al lugar y dispararon repetidamente contra asistentes a la sala de conciertos -se calcula que había unas 6200 personas-, mientras el grupo de rock de la era soviética Picnic estaba a punto de actuar.
Dónde se produjo el ataque y cuántas víctimas hay
Por lo menos 40 personas murieron y más de 100 resultaron heridas cuando hombres armados vestidos con ropa de camuflaje abrieron fuego con armas automáticas contra las personas que estaban en la sala de conciertos Crocus City Hall, cerca de Moscú, dijo el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB).
En uno de los peores ataques de este tipo en Rusia en años, al menos cinco hombres armados aparecieron con armas y dispararon sin piedad contra civiles que gritaban e intentaban huir, mientras el grupo de rock de la era soviética Picnic estaba a punto de actuar. La banda publicó en Instagram un comentario en el que afirma que todos los integrantes estaban “vivos y a salvo”.
Otras imágenes de videos publicados en las redes sociales mostraban a los atacantes disparando a personas debajo de lo que parecía un cartel de entrada al Crocus City Hall. También se veía gente que yacía inmóvil en charcos de sangre fuera del pasillo.
Todas las entradas para la sala de conciertos con capacidad para 6200 personas estaban vendidas. La agencia estatal de noticias TASS citó al FSB, sucesor de la KGB de la era soviética, cuando afirmó que 40 personas habían muerto y más de 100 habían resultado heridas.