El ex arquero xeneize ventiló algunos detalles de su alejamiento del club. Además, qué respondió cuando le preguntaron si atajaría en River.
Agustín Rossi no se fue de la mejor manera de Boca Juniors: en condición de libre, no llegó a un acuerdo para renovar su contrato con el Consejo de Fútbol y dijo adiós luego de estar el último semestre cedido en el Al-Nassr de Arabia Saudita. Hoy, a pocos días de haber batido un récord de imbatibilidad en Flamengo (964 minutos sin recibir goles), se refirió a su alejamiento de la Ribera con detalles que hasta ahora eran desconocidos.
“No sé si fue necesidad de dar un salto económico. Se dio el viaje a Emiratos, la final contra Racing, que me tocó viajar con el plantel pero me enteré el día anterior que no iba a jugar. Cuando llega la chance de la transferencia, en ese momento (Hugo) Ibarra salió a decir que decidió que no jugara porque quizás no iba a estar con la cabeza en Boca o lo que sea. Eso quizás molestó un poco, porque no fue así”, reveló Rossi, que evidentemente no terminó bien con el Negro.
Sobre el tema, el golero de 28 años ahondó: “Si hubiera tenido algún otro equipo en la cabeza, hubiera sido desde el primer momento que salió a la luz todo ese runrún de palabras cruzadas entre representante, presidente que en ese momento era Ameal y el Consejo de Fútbol. Yo mantuve la cabeza en Boca en todo momento. Si después por cuestiones que él creyó que no estaba para jugar, ya es un tema de él y las decisiones que haya tomado. Pero no fue por un salto económico, fue más por la oportunidad de jugar en esos seis meses”.
El ex guardameta boquense que sumó 6 títulos en el club expresó además: “Pensé que iba a estar cuatro o cinco meses en un gimnasio sin tocar una pelota, fue más que nada por eso la decisión de irme a Al-Nassr, que tenía la necesidad urgente de contratar un arquero por la lesión de Ospina. Justo se dio que estábamos en Emiratos, a dos horas de vuelo, y existió esa rapidez con la que se llevó a cabo”.
¿Cómo quedó su relación con la dirigencia de Boca? “Ellos, como dirigentes, tienen una postura. Y el jugador otra. Uno espera una cosa, después se da otra. Las cosas quedaron de la mejor manera, no le guardo rencor a nadie”, concluyó.