Tras algunos comportamientos que llamaron su atención, la exparticipante decidió ir a ver al Padre Ignacio.
Marian Farjat contó que recurrió a la ayuda del Padre Ignacio en Rosario y sorprendió al relatar su experiencia. “Me dijo que yo estaba cuasi poseída”, aseguró. Invitada a Intrusos (América), la exparticipante de Gran Hermano (Telefe) repasó su paso por el reality, analizó esta edición y reflexionó sobre los episodios de violencia que se vieron en el último tiempo.
“Hablando en serio, como me pasaron muchas cosas en el último tiempo, porque así como me pasaron cosas lindas, me pasaron cosas raras energéticas. Fui a ver a un padre en Rosario y cuando me agarró yo casi me caigo, se me dobló una pierna. Y él me dijo que yo estaba cuasi poseída, o sea, como que tenía algo adentro mío. Una locura”, admitió.
Marian Farjat contó que recurrió a la ayuda de un cura en Rosario: cómo fue la experiencia
Karina Iavícoli quiso saber si ella estaba hablando en serio y Farjat afirmó: “Te juro”. Entonces Marcela Tauro tomó la posta para conocer más detalles de aquella experiencia.
“Fui con el Padre Ignacio de Rosario. Es muy bueno. Fueron dos veces: una sola y otra con mi papá y mi hermano. Cuando entré no podía parar de llorar, temblaba, se me dobló una pierna. No me caí al piso entera porque si me hubiera caído ahí sí estaba poseída. Pero me dijo que tenía un ser adentro mío como que me hacía hacer cosas, que yo en mi cabeza decía que no las tenía que hacer”, contó.
Marian Farjat
Respecto a la solución que le dio el padre, precisó: “Me dijo que rezara todos los días durante tres meses el Padre Nuestro, el Ave María, la Natividad del señor. Después un par de cosas así con laurel...”.
Iavícoli fue por más y quiso saber qué cosas fueron las que hizo que le llamaron la atención. “No, estas cosas que ahora me veo y digo no... Igual tenía 20 años, pero no se justifica”, dijo en referencia a su paso por Gran Hermano. Y agregó: “Tengo a mis amigas de toda la vida que siempre me tenían como la loca del grupo... No sé, salía a bailar, tomaba alcohol y chocaba”.
Florencia de la V le preguntó si en ese estilo de vida vertiginoso había llegado a consumir drogas. “Sí, sí, pero después de que fui a ver al padre, que van a hacer dos años de la primera vez que fui, dejé todo. Me alineó mal”, sostuvo agradecida.
A modo de cierre, comentó que también tuvo mucho que ver el cambio de entorno: “Hice una limpieza muy grande de amigas que no eran amigas claramente. Y mi familia me ayudó mucho”.