Bulgaria advirtió sobre la elevada posibilidad de que se desató un conflicto con armas nucleares. La postura de la Casa Blanca.
Emmanuel Macron se quedó solo. Su decisión de abrirle la puerta a la posibilidad de enviar tropas de la OTAN a Ucrania para frenar a Rusia fue rechazada en forma enfática no solo por la alianza atlántica en general, sino por distintos gobiernos europeos de manera individual.
Incluso, Bulgaria fue más allá. Su presidente, el prorruso Rumen Radev, advirtió sobre la elevada posibilidad de un conflicto con armas nucleares si algún país miembro de la OTAN envía tropas a Ucrania.
El mandatario galo había hablado de un eventual envío de tropas al terreno de combate al inaugurar el lunes una conferencia en París para apoyar a Kiev en la guerra. Un día después, varios países lo desautorizaron, incluso Estados Unidos.
Qué dijo la OTAN sobre el eventual envío de tropas a Ucrania
Las declaraciones de Macron provocaron un terremoto en la OTAN. “No hay que descartar nada. Haremos todo lo posible para evitar que Rusia gane esta guerra”, dijo el presidente galo, aunque admitió que no había consenso en el bloque para enviar un contingente militar a luchar en el terreno.
La respuesta rusa no se hizo esperar. “No le conviene para nada a esos países, y deben ser conscientes de ello”, advirtió el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
Este martes, la OTAN salió a fijar su posición. Sin ambigüedades, un funcionario de la alianza fue tajante: “No hay planes de enviar tropas de combate al terreno en Ucrania”.
Los rechazos se fueron escalonando con el correr de las horas. Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, España, Italia, Polonia, Suecia y República Checa sumaron su negativa a un envío de tropas al frente.
La Casa Blanca fue contundente. “El presidente (Joe) Biden ha sido claro en que Estados Unidos no enviará tropas a combatir en Ucrania”, informó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson. Estimó que el “camino hacia la victoria” pasa por la aprobación en el Congreso de una ayuda militar bloqueada.
“No habrá soldados en suelo ucraniano enviados allí por países europeos o países de la OTAN”, dijo el gobierno alemán, Olaf Scholz.
El Reino Unido aseguró que no prevé un “despliegue a gran escala”. El premier Rishi Sunak aclaró que “un pequeño número” de soldados británicos ya se encuentra en el terreno “para apoyar a las fuerzas armadas ucranianas, incluyendo formación médica”.
España se sumó al rechazo. La portavoz del gobierno, Pilar Alegría, afirmó: “No estamos de acuerdo y tenemos que concentrarnos, además, en lo urgente que es acelerar la entrega de material”.
En Italia, el gobierno de Giorgia Meloni dijo en un comunicado que “desde la agresión rusa de hace dos años, ha habido plena cohesión de todos los Aliados en el apoyo que se ofrecerá a Kiev” pero “este apoyo no incluye la presencia en territorio ucraniano de tropas de Estados europeos o de la OTAN”.