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Mayo de 2024
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Penélope Cruz: "Voy a dirigir, lo quiero y lo necesito"

La actriz reveló su próxima meta en la industria. Además, nos habla de su papel en "Ferrari", de su amnesia sobre la noche en que ganó el Oscar y de los recuerdos de su primer viaje a Los Ángeles.

14/02/2024

El próximo 24 de febrero se cumplen 15 años del Oscar que ganó por Vicky Cristina Barcelona (Woody Allen, 2008). Ya lo dijo en su discurso: "Nací en un lugar llamado Alcobendas (Madrid, 1974), donde esto no era un sueño muy realista". Pero aquí está, arrastrando todavía jet lag de su más reciente viaje a Los Ángeles, de donde regresó apenas un par de días antes de esta conversación. "En realidad solo recuerdo una tercera parte de aquella noche, tal era el nivel de adrenalina que tenía", confiesa. "Pero fue precioso". Eso lo tiene clarísimo.

Resulta difícil hacer (o leer) una entrevista suya en la que no se acuerde, en un momento u otro, de Bigas Luna, Fernando Trueba y, por supuesto Pedro Almodóvar. Así es de agradecida con sus inicios y con los primeros directores que vieron algo especial en ella. Aunque después haya trabajado con Stephen Frears, Cameron Crowe, Ridley Scott o Rob Marshall y compartido rodajes con algunas de las estrellas más grandes del cine. Ahora estrena Ferrari, donde Michael Mann cuenta la odisea empresarial y personal del fundador de la compañía automovilística, interpretado por Adam Driver. Preparó el papel de esposa del magnate durante un verano en Módena, donde se trasladó con toda su familia, para pasar tiempo en el apartamento donde ella vivió, ir al mercado donde compraba, leer las cartas que enviaba a su médico, aprender a preparar las recetas que cocinaba… "Son cosas que no están en la película, pero a mí me dan información sobre ella", dice. Así de concienzuda es su manera de trabajar. Lo sorprendente es que después de más de 30 años de profesión, confiesa que algunos directores (entre ellos Michael Mann) le siguen dando el mismo miedo que al principio y que cada nominación a un premio la vive con la misma ilusión que si fuera la primera vez.

Se ha especializado en papeles intensamente dramáticos, de mujeres heridas o en situaciones muy extremas. Lo vemos en 'Ferrari', pero también en 'L’immensità', 'Madres paralelas', 'En los márgenes' o 'Todos lo saben'. ¿A qué se debe esta evolución desde registros más cómicos en los que también la hemos visto?

En realidad siempre me han atraído los personajes así. Si tengo tres guiones sobre la mesa y hay uno que representa a miles de personas con una situación parecida y a las que puedo dar voz, ese es el que elijo. Eso es lo que me motiva: poner el foco sobre una persona o una situación de las que no ha habido mucha oportunidad de hablar. No me planteo lo que va a suponer esa película a nivel de taquilla o de crítica. Cuando encuentro una comedia inteligente es un tesoro, pero es más difícil, no hay muchas. Así que acabo escogiendo personajes que sufren mucho porque siento que me mueven muchas más cosas por dentro. El cine no está ahí para cambiar el mundo, no pretende eso, pero ayuda a abrir o reabrir debates que pueden ser importantes. Es un plus que viene acompañado de esta profesión.

Hay mucho resentimiento y falta de compasión hacia ella. Era una persona complicada porque le pasó lo peor que le puede suceder a alguien, que es perder a un hijo. Además, su matrimonio estaba roto también. Pero ella tuvo un papel fundamental en la compañía, fue su primera inversora y ejercía una enorme influencia llevando las finanzas. Los hombres alrededor de Enzo Ferrari no daban crédito e intentaron quitarle el poder. En realidad esta mujer representa a tantas otras en el mundo y se convirtió en un reto personal el honrarla y darle la voz que no tuvo. Eso de que hemos llegado realmente a una situación de igualdad… Incluso en mi industria, y todavía más en otras de las que no se habla, hay muchas mujeres que no tienen la oportunidad de hablar y que se las escuche. En la nuestra ha habido cambios, pero todavía estamos muy lejos de alcanzar eso.

Michael Mann lleva muchos años obsesionado con este proyecto. ¿Se transmite esa presión a los actores?

Lo conocí hace tiempo y me pareció muy carismático, fue muy amable conmigo, pero me daba un poco de miedo. El otro día se lo dije: "Ahora te quiero mucho, pero me sigues dando miedo como el primer día". Es muy duro durante el rodaje, es capaz de estar media ahora ajustando el plano un milímetro a derecha o izquierda. Para mí esto es fascinante, lo respeto y lo admiro. Estoy acostumbrada, Pedro también trabaja así. Que el director sea tan meticuloso es una red de seguridad, que nos exijan tanto a los demás es señal de que ellos están dando el máximo. Así que repetiría encantada, aunque me siga asustando. Si preguntas a muchas de las personas que llevan 30 años trabajando con él, te dirían lo mismo: que llegan acojonadas al set.

Penélope Cruz en Penélope Cruz en "Ferrari".

Se cumplen 15 años de su Oscar. ¿Cómo cambió su carrera y su vida aquella noche?

Todavía hay una parte de mí que lo vivió como si fuera una especie de sueño. Menos mal que fue el primero de la noche porque de otra manera no habría podido resistirlo. Solo pedía mentalmente que no me caiga, que no me dé un ataque de pánico en el escenario, que sea capaz de decir todo lo que quiero decir… Era muy importante para mí poder hablar en español y no solo en inglés, y te dan muy poco tiempo. Pero fue una alegría enorme poder compartir todo eso con mi familia, y lo que significa que tus compañeros valoren tu trabajo. Fue muy bonito.

Dos años antes había recibido su primera nominación por 'Volver', y sus compañeras de terna eran el dream team de actrices internacionales: Helen Mirren, Meryl Streep, Judi Dench y Kate Winslet. ¿Qué le diría a aquella Penélope allí sentada junto a ellas?

Yo todavía hoy alucino y pienso: "¿Pero eso sucedió de verdad?" Es increíble. Me ocurre que vivo las cosas exactamente igual que aquel día. Ahora, con la nominación de los SAG (Premios del Sindicato de Actores), me llamaron llorando mi agente y mi publicista de allí. A mí me hace la misma ilusión que la primera vez, estábamos como niños pequeños y eso es muy bonito. Hace dos años tuvimos la nominación a la vez de Javier y yo, y fue también muy surrealista. Tengo un vídeo grabado del momento en que nos enteramos y muchas veces le digo a Javier que tenemos que compartirlo porque es demasiado bonito. Estas cosas también son para que las vean otros. Yo no quería verlo en directo porque me ponen muy nerviosa estas cosas, pero al final lo hicimos y creo que estuve a punto de desmayarme de la emoción, de los gritos. ¡Los dos a la vez! ¿Pero cómo es posible? Fue muy surrealista.

Ha hablado en alguna ocasión de la importancia que tiene para usted observar la vida real. ¿Cómo se mantiene esa capacidad cuando se está en un lugar tan observado como el suyo?

En mi adolescencia descubrí a (Jiddu) Krishnamurti, lo leía sin parar porque estaba enfrentándome desde muy jovencita a cómo lidiar con la fama. En ese momento sucedía solo aquí, en mi país, pero era algo que yo no sabía cómo llevar. Recuerdo leer algo que él analizaba de manera muy abstracta, y encierra un mensaje muy poderoso: el análisis sobre el observador y lo observado. Lo llevé a mi terreno y supe que no puedo perder jamás ese lugar, que sin eso no hay material para crear en una profesión así. Estuve meses con esta historia y siempre me vuelve. Para darle vida a un personaje tengo que ser la observadora, y olvidarme tanto de lo que otros están observando en mí como de lo que yo misma me observo, ya sea a nivel de crítica, miedo o halagos. Hay que estar en un lugar de estudiante y tener libertad para ser un observador libre. Para eso no puedes dejar de hacer cosas normales en tu día a día.

Penélope Cruz Penélope Cruz

Imagine que sus hijos deciden seguir sus pasos y un día toman un avión a Los Ángeles para vivir lo que usted ha vivido, con lo bueno y lo malo. ¿Qué les diría?

Para mí lo importante es que vayan desarrollando una idea de lo que quieren, que sueñen con algo concreto, un par de cosas. Que vayan dándole forma y fantaseen con ello. Lo otro todavía no me lo planteo porque no estamos en esas edades. Yo cuando empecé a viajar allí ya tenía 18 o 19 años, no era tan pequeña. La primera vez que volé a Los Ángeles fue con 'Belle Époque', y luego para un casting que hice ese mismo año. Yo me sentía muy mayor, pero después volví a casa de mis padres, con mis hermanos. En un par de años hice dos o tres viajes, y siempre iba con mi billete de ida y vuelta, a hacer un trabajo concreto o una prueba, y luego volvía. Con 24 años volví a casa a vivir con mi madre y mis hermanos y muy cerca de mi padre.

Empezó con Bigas Luna haciendo 'Jamón, Jamón' y con Fernando Trueba, 'Belle Époque'. En sus primeros años trabajó con Fernando Colomo, Gerardo Vera, Manuel Gómez Pereira… ¿Qué parte de su éxito de hoy le debe a aquella etapa?

Tengo la sensación de que tuve mucha suerte de empezar así. La carta de presentación de que en un mismo año se estrenaran 'Jamón, Jamón' y 'Belle Époque' fue importantísima. Eran tan diferentes los dos personajes, Luz y Silvia, tan redondas las dos películas, salieron tan bien… Hice mis pruebas, unas cuantas para cada una, y me dieron las dos. Lo que pasó con 'Belle Époque' fue precioso. Entonces fue cuando me llamó mi primer agente de allí para representarme y, para mi sorpresa, empezaron a salir cosas.

Cuando echa la vista atrás, ¿qué proyectos cree que han sido más determinantes en su carrera?

Todo lo que he hecho con Pedro es muy importante en mi vida, por muchas razones. También con Trueba por los personajes tan diferentes que me ha dado en momentos tan cruciales. 'No te muevas' fue muy importante por el instante en que llegó; 'Vicky Cristina Barcelona', por otras razones… Bigas Luna por ser la persona que nos descubrió a Jordi, a Javier y a mí. Hay tantas que tienen algo especial, y no son precisamente las que más se han visto.

¿Su faceta de productora, cada vez más activa, va por esa vía de poner debates sobre la mesa de la que hablaba anteriormente? Ya lo hizo con 'En los márgenes', que visibilizaba el drama de los desahucios.

Mi productora, Moonlyon, está dentro de Mediapro. Las socias somos Laura Espeso y yo y tenemos total libertad creativa, lo que es una suerte porque manejamos nosotras los tiempos. Llevo un año dirigiendo un documental, pero necesito dos más. Tenemos cuatro proyectos desarrollándose: una serie, dos películas en inglés y una en español. Además, coproducimos la adaptación de la novela de Elena Ferrante 'Los días del abandono', que dirigirá Isabel Coixet. Estoy feliz de volver a trabajar con ella después de la experiencia maravillosa que tuvimos en 'Elegy'.

Penelope Cruz Penelope Cruz

Su amigo Juan Diego Botto nos confesó, tras dirigirla en 'En los márgenes', que creía que en algún momento dará el salto a la dirección. ¿Qué hay de cierto en esto?

Es verdad, él es una de las personas que siempre me anima, me empuja a tirarme a la piscina con un largo. Me dice: "Hazlo ya". Después de llevar en esto desde los 16 años, sé que voy a hacerlo porque quiero y lo necesito, pero tiene que llegar el momento adecuado. No he querido mientras los niños eran pequeños, pero ya no lo son tanto.

Además, el documental con el que estoy para mí es muy importante, necesito dos años más para terminarlo. A partir de ahí, de aquí a cinco años, puede que haya llegado el momento. Tampoco ha surgido la historia y estoy en eso, en buscarla. Siempre está en mi cabeza encontrar ese libro o ese guion que me haga sentir que el momento es ahora.

Fuente: Fotogramas