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País

Javier Milei se prepara para viajar a Israel, una visita con alto impacto geopolítico

En el Gobierno prevén que el Presidente llegue a Tel Aviv el próximo 6 de febrero; días después se vería con el Papa Francisco y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.

21/01/2024

Ni la amenaza permanente que supone un país en guerra y alerta continua por posibles atentados terroristas, aún dentro de zonas consideradas seguras. Ni el consejo de quienes, por lo bajo, le recomiendan no extender su firme apoyo retórico a una presencia concreta que podría traer consecuencias no deseadas.

Nada parece torcer la decisión del presidente Javier Milei, que prevé aterrizar el próximo 6 de febrero en el aeropuerto David Ben Gurión, a media hora del centro de Tel Aviv, para cumplir con su promesa de campaña de visitar Israel, hoy embarcado en su plan de represalia contra Hamas en la franja de Gaza, luego del artero ataque terrorista de ese grupo proislámico hacia poblados del sur de Israel, el 7 de octubre pasado. Sería una apuesta de alto impacto político, en una gira que incluiría el demorado encuentro con el papa Francisco en la Santa Sede.

En principio, fuentes con conocimiento del plan en Buenos Aires y Tel Aviv confirmaron que el viaje del Presidente, acompañado si todo se confirma por una comitiva reducida de la que participará la canciller Diana Mondino, se extendería entre el 6 y el 9 de febrero, sin actividades confirmadas, pero con un paso seguro por Tel Aviv y Jerusalén, donde Milei prometió en campaña mudar la sede de la embajada argentina.

El encuentro protocolar con el presidente Isaac Herzog, y sobre todo, una reunión con foto incluida con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, embarcado en la “destrucción total y completa” de Hamas en la franja de Gaza, y con conflictos armados también abiertos en Cisjordania y el Líbano, donde opera la organización terrorista Hezbollah, responsable según la Justicia argentina de los atentados a la embajada de Israel, en marzo de 1992, y la AMIA, en julio de 1994.

El viaje a Israel se enmarca dentro de la gira que Milei prevé realizar por Italia –se verá con la primer ministra Giorgia Meloni el 11 de febrero, según confirmó el portavoz presidencial Manuel Adorni– y el Vaticano, donde se llevaría a cabo el encuentro con el papa Francisco, aún sin confirmación ni respuesta oficial al pedido de audiencia hecho por el Gobierno. Milei y su comitiva prevén llegar para participar de la canonización de la laica santiagueña María Antonia de San José, también llamada Mamá Antula, que el mismo 11 de febrero se convertirá en la primera santa argentina.

Desde la comunidad judía en el país saludaron con entusiasmo la posibilidad de la visita presidencial. “Siempre es oportuna una visita espiritual”, afirmaron desde las entidades centrales de la comunidad, en referencia al fuerte vínculo que une a Milei con el judaísmo, del que es entusiasta admirador y estudioso desde hace años, en “proceso de conversión” según sus propias palabras. Una visita al Museo del Holocausto, en Jerusalén, y el tradicional Muro Occidental (llamado Muro de los Lamentos) son pasos obligados por cada presidente o mandatario que llega a la ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas.

Mientras desde la embajada de Israel en Buenos Aires prefieren no confirmar ni desmentir la llegada de Milei. “Entendemos que existe una intención del gobierno argentino de viajar a Israel. No tenemos aun mayores precisiones”, afirmaron desde esa sede diplomática. Mientras tanto, en el liderazgo de la dirigencia judía argentina afirman por lo bajo que “Israel quiere que Milei viaje, y así se lo hizo saber al Gobierno”.

Milei ya canceló un viaje previsto a Israel luego de ganar las elecciones en noviembre, en el contexto del conflicto con Hamas, y sólo concretó su paso por Estados Unidos, en el que como presidente electo visitó la tumba del Rebe de Lubavitch, en Nueva York, y sostuvo reuniones con funcionarios de la administración del presidente Joe Biden, en Washington.

Los gestos entre la Argentina e Israel fueron rápidos y contundentes. Luego de felicitar por teléfono a Milei por su triunfo e invitarlo a Israel, Netanyahu envió a su canciller, Eli Cohen, a Buenos Aires, para la asunción presidencial. El Gobierno, en tanto, ya envió al Senado el pliego del rabino Axel Wahnish, guía espiritual del Presidente, para que se convierta en el próximo embajador argentino en Israel, una vacante abierta desde la renuncia del exgobernador de Entre Ríos Sergio Urribari, condenado por causas de corrupción.

En un contexto de fuerte presión internacional para que morigere la respuesta en Gaza por cuestiones “humanitarias”, Netanyahu recibió luego del 7 de octubre visitas clave de apoyo como las de los presidentes de Francia, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz, y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, a la que luego le siguió la del propio presidente Biden.

Sin un final a la vista para la respuesta militar a Hamas (que sigue contraatacando desde la franja de Gaza) toda presencia internacional es bienvenida para el Estado hebreo, y más si se trata de un “aliado” como el gobierno de Milei, quien reiteró, a poco de llegar al poder, que su interés primordial en política exterior pasaría por su vínculo con Estados Unidos, Israel y “las democracias occidentales”.