Según las pericias, el joven recibió una puñalada de frente directamente al medio del pecho. La herida le generó daños en el corazón que terminaron con su muerte.
La autopsia confirmó que Tomás Tello, el joven que fue atacado por una patota en Santa Teresita, fue asesinado por una puñalada en el pecho. Por el crimen hay nueve detenidos, entre ellos un joven de 21 años que fue identificado como el autor material del homicidio.
La autopsia es contundente y esto va a significar una calificación penal muy dura para los detenidos. Según el informe medicolegal, Tomás recibió “una herida punzocortante directamente dirigida a la línea media del tórax”, es decir una puñalada de frente en el pecho.
“Esa herida fue tan profunda que generó una laceración de la aurícula derecha del corazón, provocó un taponamiento cardíaco, una hemorragia y un shock hipovolémico” que le generó la muerte al joven de 18 años en muy pocos minutos, sin ninguna posibilidad que los médicos del Hospital de Santa Teresita le pudieran salvar la vida.
Las indagatorias, programadas para hoy, fueron prorrogadas un día más, con los acusados representados por un defensor oficial. La prórroga ocurrió tras un pedido del fiscal Gamaleri, para obtener un plazo mayor para analizar la prueba.
Mientras tanto, el abogado Miguel Ángel Pierri anunció que tomará la querella del caso tras un acuerdo con la familia de la víctima y se dirigía a Santa Teresita esta mañana, según anunció el letrado a este medio. Pierri, veterano de causas mediáticas, ya cuenta con un abogado de su estudio en la zona.
Los investigadores del caso creen que el crimen fue motivado por una pelea previa, ocurrida durante una fiesta.
El ataque ocurrió cerca del muelle de Santa Teresita. Los sospechosos lo corrieron por más de seis cuadras, lo acorralaron y, finalmente, uno de ellos, supuestamente Damián Kopelian, alias “El Kope”, lo apuñaló hasta matarlo.
La secuencia comenzó poco antes de las 7 de este lunes, en calle 39 y Costanera, donde Tomás estaba tras los festejos del inicio de año, luego de haber celebrado con sus abuelos y familiares que habían llegado de Buenos Aires. Allí, el adolescente se cruzó con sus asesinos y comenzó una serie de agresiones.