La importancia del nombre del filme. Las variables que se manejan a la hora del “bautismo” de una película. Las traducciones de los títulos y las confusiones al respecto.
Por Pablo Argañarás, Lic. en Cine y Televisión
El nombre de una película es el primer contacto que tenemos con el filme. Es por ello que cobra una particular importancia esta cuestión. Como espectadores, al leer o escuchar el nombre de una película, nos haremos una primera impresión de la cinta en base a ello. El bautismo de un filme es fundamental para vender y comercializar el producto u obra terminada.
El guionista es quien pone el nombre a un filme. Luego el director y los productores son quienes tomarán este título y lo avalarán o modificarán de acuerdo a lo más conveniente para la futura película. En muchas ocasiones el título de origen se modifica por cuestiones de marketing para poder venderla en más sitios y en mayor escala a la futura cinta. En otras ocasiones se respeta el nombre elegido por el guionista para el futuro filme. Los más importante siempre será es que el título sea representativo del resultado final de la película.
Un título efectivo posee la capacidad de contarnos de que trata la película. El nombre puede hacer referencia al desafío del protagonista, al escenario principal donde se filma, al tema, al género y muchas veces a todas estas cosas juntas. Un título contundente usualmente utiliza una o dos palabras para nombrar al filme y explica un sinfín de cuestiones que atañen a la historia en esta palabra única o par de palabras. Ejemplo de esto son: “Tiburón”, “Gladiador”, “El Padrino”, “Cobra”, “Terminator”. Otros títulos evocaran o nombrarán el lugar en donde acontecen lo sucesos del filme: “Fargo”, “Casablanca”, “Paris Texas”, “Múnich”, “Río”. Algunos nombres que llaman la atención son aquellos que sugieren peligro: “Arma mortal”, “La habitación del pánico”, “Máxima Velocidad”, “Rápido y furioso”. Otros títulos se centran en provocar la intriga: “El silencio de los inocentes”, “El curioso caso de Benjamin Button”, “El secreto de sus ojos”, “La lengua de las mariposas”. Otros nombres de películas se basan en la noción de una sensación de riesgo: “Propuesta Indecente”, “Vestida para Matar”, “Peligrosa Obsesión”, “Rápida y Mortal”. En otros casos el título puede ser gracioso “Detective de Mascotas”, “Virgen a los 40”, o hacer un juego de palabras “La La Land”, “Corre Lola Corre”, o alguna cuestión en específico que nos llame la atención como posible público “12 monos”, “Apocalipsis Now”.
Las adaptaciones de obras literarias a la gran pantalla tienen la característica que se deja el nombre original y se lo respeta. Esto sucede porque es una ventaja el éxito de venta de sus libros para el futuro filme en cuestión. De esta manera se favorece al marketing de la cinta al valerse del público que lo leyó a los textos y seguramente será un público cautivo del filme. “Las uvas de la Ira”, “Moby Dick”, “Cumbres Borrascosas”, “El nombre de la rosa”, “Jurassic Park”, “Trainspotting”, “Drácula”, “El señor de los anillos”, son algunos ejemplos de estas adaptaciones a pantalla provenientes de la literatura.
La cuestión de las traducciones de un idioma a otro y el consabido cambio de título que esto ocasiona es otro tema intrínseco en este apartado. Generalmente se respetan los títulos al ser trasladado de un idioma a otro. Generalmente sucede esto al pasar un nombre de una película del inglés norteamericano al español latino. En la mayoría de las situaciones el título no se ve afectado. Pero hay ocasiones que la traducción se realiza y no posee una referencia alguna al nombre del idioma original. Un ejemplo de esto es “Breaking the Waves”, (Rompiendo las olas) nombre de la película original que se tradujo como “Contra viento y marea”. “Airplane” (Aeroplano) se tradujo a “A dónde está el piloto”. “Fury” (Furia) se tradujo a “Corazones de Hierro”. “Rear Window” (Ventana Trasera) a “La ventana indiscreta”.
Lo más importante, se escoja el título que se elija, es que éste pueda ser representativo de la película que se va a observar. Que posea un enlace válido entre lo propuesto por el enunciado del nombre a lo que la cinta ofrecerá en su historia. De esta manera en la mente del espectador se formará una fuerte idea de unión entre el título del filme y lo que la trama de la película proponga.