Mantenerse activo, mantener un peso saludable, y recibir ciertos tratamientos pueden retrasar el avance de la enfermedad y ayudar a mejorar el dolor y la función de las articulaciones.
Es sabido que el paso de los años deja sus huellas importantes en nuestro organismo y entre tantas afecciones que pueden aparecer, se encuentra la denominada osteoartritis, que si bien es molesta y se acrecienta con el transcurso del tiempo, por suerte, tiene tratamientos para sobrellevarla de la mejor manera.
Lo cierto, es que la osteoartritis es la forma más común de artritis y afecta a millones de personas en todo el mundo, y se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo.
Aunque la osteoartritis puede dañar cualquier tipo de articulación, el trastorno afecta más comúnmente a las articulaciones de las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral. Un punto importante a saber es que mantenerse activo, mantener un peso saludable, y recibir ciertos tratamientos pueden retrasar el avance de la enfermedad y ayudar a mejorar el dolor y la función de las articulaciones.
En cuanto a los síntomas que presenta esta afección, los mismos se desarrollan con lentitud y empeoran con el tiempo, y entre ellos aparecen este detallado listado: 1) Dolor: las articulaciones afectadas pueden doler durante o después del movimiento, 2) Rigidez: la rigidez en las articulaciones puede ser más notoria al despertar o después de estar inactivo, 3) Sensibilidad: es posible que su articulación esté sensible cuando aplica un poco de presión sobre ella o cerca de ella, 4) Pérdida de flexibilidad: es posible que no pueda mover la articulación en todo su rango de movimiento, 5) Sensación chirriante: es posible que sienta una sensación chirriante al usar la articulación y que oiga chasquidos, 6) Osteofitos: estos pedazos adicionales de hueso se sienten como bultos duros y pueden formarse alrededor de la articulación afectada y 7) Hinchazón: esto puede producirse por la inflamación de los tejidos blandos alrededor de la articulación.
En lo que respecta a los factores que pueden aumentar el riesgo de la aparición de la misma, los siguientes son los mismos: 1) Edad avanzada: el riesgo de tener artrosis aumenta con la edad, 2) Sexo: las mujeres son más propensas a padecer artrosis, aunque no está claro por qué, 3) Obesidad: tener sobrepeso contribuye a la artrosis de varias maneras, y mientras más peso tenga, mayor será su riesgo. Un peso mayor agrega estrés a las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas.
Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar inflamación en las articulaciones y alrededor de estas y 4) Lesiones articulares: las lesiones, como las que ocurren al practicar deportes o por un accidente, pueden aumentar el riesgo de artrosis. Incluso las lesiones que ocurrieron hace muchos años y que aparentemente ya sanaron pueden aumentar el riesgo de artrosis.
En tanto, otros presuntos factores podrían ser la tensión repetida en la articulación, la genética, deformidades óseas y ciertas enfermedades metabólicas. Sea cual fuera la ocasión en la que se presente esta afección, siempre es conveniente consultar a un profesional de la salud para que el tratamiento sea rápido y de suma eficiencia.
Si bien la Osteoartritis (OA) no se cura, sí se pueden controlar sus síntomas, ya que esta afección es probable que empeore con el tiempo aunque esto varía de una persona a otra. Un tratamiento tiene que ver con los analgésicos de venta libre, como paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos (AINE). También una persona se puede someter a una intervención quirúrgica.
Otras recomendaciones son consumir alimentos saludables, descansar lo suficiente, bajar de peso en caso de tener sobrepeso, proteger las articulaciones de una lesión y aplicar calor o frío a la articulación.