Marcelo Alejandro Morales, que tenía 23 años, fue encontrado por su madre en su habitación. "Era re fanático de Boca, si perdía estaba mal, deprimido y triste", dijo su mamá a la Policía.
Un Policía de la Ciudad de 23 años se quitó la vida en su casa de la ciudad de Claypole tras la final que Boca perdió ante Fluminense por Copa Libertadores. Según informaron fuentes judiciales, se disparó con su arma reglamentaria.
El dramático episodio ocurrió en la calle Arturo de Bassi en el barrio Don Orione, en el sur del conurbano bonaerense. Cuando las autoridades fueron hasta el lugar, hablaron con su madre, Verónica (54), quien relató lo sucedido.
La mujer dijo que su hijo, Marcelo Alejandro Morales -quien estaba de franco de servicio-, terminó de ver el encuentro del “Xeneize” y fue hasta su habitación en el primer piso.
En ese momento, se disparó en la cien lateral derecha con su pistola reglamentaria marca Beretta. Una ambulancia fue hasta el lugar de inmediato y los médicos solo pudieron confirmar su fallecimiento.
Verónica, en tanto, expresó: “Era re fanático de Boca, si perdía estaba mal, deprimido y triste. Decía que Boca no podía perder. Estaba viendo el partido con su hermano y con su papá. Yo le decía que tenga fe, que íbamos a ganar”.
“Hace tres semanas le dijo al padre que no me cuente nada a mí, pero le dijo ‘si el 4 de noviembre no gana Boca, yo me mato’. El papá pensó que estaba haciendo una joda, no lo tomó en serio”, continuó visiblemente conmovida en diálogo con Crónica TV.
Minutos antes del desenlace fatal, el policía se encontraba junto a su padre y su primo viendo el encuentro. “Cuando me fui de la casa, al rato me llamó la hermana diciéndome que se había pegado un tiro. Todos los partidos que miraba con él estaba loco, era muy fanático. Puteábamos los dos juntos. No amenazó con hacer nada, ni tampoco dio indicios”, indicó su primo.