Así se expresa el pintor Hugo Argañaras, quien ha hecho del paisaje santiagueño el nucleo de su obra artística. Ha recreado y transmitido la belleza y la tranquilidad de los diversos paisajes de la provincia a lo largo de 45 años, los cuales celebra con una muestra que se inaugura este 6 de octubre.
A partir de las 20 horas de este viernes 6 de octubre, en el salón de actos del Instituto de Vialidad Provincial, se dejará habilitada una muestra artística del pintor santiagueño, Hugo Argañaras. “Con esta muestra celebramos por partida triple. Conmemoramos el Día del Camino, los 90 años de la creación de Vialidad Provincial y mis 45 años con la pintura”, comenta el artista en diálogo con Diario Panorama.
“Soy nacido y criado en Santiago del Estero. Soy hijo de don Absalón Argañaras, por ende he crecido viendo a mi padre pintar y dibujar. A su lado yo también lo hacía, pero con la destreza e inocencia propia de un niño”, recuerda don Hugo y agrega que al terminar el secundario viaja hasta Tucumán para estudiar ingeniería en Química. “En Tucumán, además de estudiar, siempre iba a muestras, charlas y exposiciones de pintura. Al volver a Santiago comienzo a trabajar en el laboratorio del Instituto de Vialidad y retomo, o al menos, comienzo a dedicarme más a la pintura”.
“Con mi trabajo en vialidad he recorrido todo el interior santiagueño, de punta a punta. He recorrido esta provincia de norte a sur y de este a oeste. Pero no me refiero a que he pasado con la camioneta por algunos lugares. He conocido todas las localidades, ciudades, parajes y caminos; he conocido y conversado con su gente, he visto cada uno de los paisajes de esta provincia, que tiene desiertos, ríos, montes y serranías. He podido ver y apreciar la gran variedad de paisajes que tiene Santiago”, relata Hugo y asegura: “Tenemos todo en esta provincia. Es muy importante cuidar la naturaleza y amar el paisaje santiagueño porque es muy lindo. Yo soy un enamorado de Santiago del Estero”.
Al hablar de sus 45 años con la pintura, don Hugo afirma: “tengo tantas emociones recogidas en todos estos años y tantas cosas para contar que una vida es poco”.
“La vida del artista requiere mucho trabajo. Mucha dedicación. No es un pasatiempo, hay que dedicarse, trabajar, haciendo, probando, equivocarse, volver a intentar... pero hay que hacerlo con dedicación y compromiso”, destaca el pintor y señala “con mis obras pretendo correr la barrera humana y tecnológica que tiene el ser social hoy. Si logro que hoy una persona aparte sus ojos de la tecnología para distraerse y contemplar un cuadro de un paisaje santiagueño, siento que he cumplido con mi objetivo”.