Preso hasta 2050 tras haber asesinado de 74 puñaladas a su esposa, expresó que quisiera ver a sus hijos y lamenta que no hayan crecido junto a su madre. "Todos los días rezo por ellos”.
El 21 de agosto de 2015, Fernando Farré asesinó de 74 puñaladas a Claudia Schaefer, su esposa y madre de sus tres hijos, cuando en medio de un divorcio conflictivo ella fue a buscar sus pertenencias a la casa de fin semana que alquilaban en el country Martindale, de Pilar. A 8 años del brutal femicidio por el que cumple prisión perpetua, aseguró: “Todavía no puedo creer lo que pasó”.
En un mensaje que hizo llegar a este medio a través de su abogado, Omar Saker, el empresario condenado afirmó no recordar nada de lo pasó aquel día y manifestó sentirse “mal y sorprendido” de que ya haya transcurrido tanto tiempo. “Quisiera que mis hijos hubieran crecido junto a su madre como corresponde, todos los días rezo por ellos”, expresó Farré.
Fernando Farré al momento de ser detenido
Desde que cumple condena, Farré cambió varias veces de unidad carcelaria. Pasó por San Martín, Dolores, Bahía Blanca y su último traslado fue a la Unidad 41 de Campana, donde permanece alojado actualmente. Allí recibe las visitas de sus padres, su hermano y algún que otro primo, pero nunca más volvió a ver a sus hijos.
“Espero que ellos estén bien, con el apoyo de la familia y de los amigos”, expresó en su mensaje, y se dirigió a los hijos directamente: “Cuando quieran me pueden visitar, me gustaría verlos”.
“Yo ya les pedí perdón (a mis hijos) y les dije que preferiría no estar vivodespués de lo que pasó, pero las cosas son así: yo no recuerdo qué pasó, estaba bajo el efecto de un cocktail de antidepresivos de la psiquiatra y de anfetaminas”, concluyó el empresario.
El juicio por el crimen de las 74 puñaladas llegó dos años después del hecho y en el momento de su alegato, la fiscal Carolina Carballido Catalayud pidió que no lo declararan inimputable.“Fernando Farré decidió matar a su mujer sin una gota de piedad, a sangre fría y de la forma más cruel, sin importarle las consecuencias”, argumentó.
Fernando Farré en el juicio
Doce jurados populares le dieron la razón primero y el juez Esteban Andrejin del TOC 2 de San Isidro después, quien le fijó a la pena máxima de perpetua. Esa sentencia fue apelada y actualmente la defensa espera una definición de la Corte Suprema de Justicia.
“Farré es una persona común y corriente, muy lejos de lo que la gente piensa, es una persona que vivió un hecho familiar gravísimo y en un estado de enajenación no comprendió lo que estaba haciendo”, aseguró su abogado Omar Saker.
En ese sentido, apuntó que la ingesta de medicamentos de su defendido, producto del estado psíquico que padecía en ese momento, es algo que se probó en el juicio. “Disociaron su mente y personalidad de la realidad que vivía”, reafirmó.
En relación con el estado actual de Farré, Saker señaló: “Está bien, ansioso por la respuesta de los diferentes recursos presentados, pero globalmente su ánimo es bueno, con los bajones que tiene una persona que pierde toda su familia y por este hecho tan trágico”.
Setenta y cuatro puñaladas
El final de la unión entre Claudia y Fernando no había sido en buenos términos. De hecho, incluía una denuncia de la víctima en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y una exclusión de hogar del imputado del domicilio que compartían en el barrio porteño de Recoleta.
Fernando Farré Claudia Schaefer
El día del crimen ella quería recuperar algunas de sus cosas y los documentos de sus hijos, por eso fue acompañada por su abogado a la casa que alquilaban en el country de Pilar y se desencadenó la tragedia.
Cuando Claudia fue al vestidor de la casa, Farré entró detrás de ella, cerró la puerta con llave y la atacó con dos cuchillos y una navaja. Más tarde, la autopsia estableció que le provocó un total de 74 lesiones a su esposa, y que la causa de la muerte fue un degüello.
“Ni una gota de piedad”
“Fernando Farré decidió matar a su mujer sin una gota de piedad, a sangre fría y de la forma más cruel, sin importarle las consecuencias”, aseveró Carolina Carballido Catalayud durante su exposición frente al juez Esteban Andrejín en el debate por el caso.
“Claudia sufrió violencia física, psicológica, verbal y económica, de forma sistemática, hace años, y la defensa intentó sin éxito demostrar lo contrario”, sostuvo la fiscal, y siguió: “Farré es una persona egoísta, solo le importa su reputación, su imagen, el dinero y él mismo”.
Para Carballido Catalayud, el imputado cometió un “femicidio de manual” cuando Claudia fue a Martindale a retirar sus pertenencias y los documentos de sus hijos, retenidos por Farré y que ella le reclamaba, lo cual fue “el anzuelo para llevarla dentro del vestidor”.
“Él sabía muy bien elegir entre lo que está bien y lo que está mal, y eligió muy mal, eligió matar a su mujer”, remató.
Preso hasta 2050
El año pasado, a pocos días de cumplirse siete años del crimen de Claudia Schaefer, la Justicia bonaerense dejó firme la condena a prisión perpetua y se le comunicó a Farré que recién en 2050, tras haber pasado 35 años en la cárcel, podrá pedir la libertad condicional.
El único recurso que Farré tendrá para salir antes del penal es que le otorguen la prisión domiciliaria cuando el 7 de abril de 2033 cumpla los 70 años, o por alguna razón de salud.
La notificación detalló que Farré “se encuentra ininterrumpidamente privado de su libertad desde el día 21 de agosto de 2015″, por lo que estará en condiciones de solicitar la condicional “a partir del día 20 de agosto de 2050″.
Con estos plazos, el exCEO de multinacionales de cosméticos que cometió el femicidio cuando tenía 52 años, recién podrá pedir el beneficio de la condicional cuando tenga 87.
Cuando se conoció el veredicto que condenó a Farré, Sandra Schaefer, la hermana de la mujer asesinada, sostuvo: “Llegó lo que estábamos esperando, esperaba el sentido común y que la gente hiciera lo que dijo el juez, que cada uno reciba lo que merece”.
Schaefer explicó que sintió “mucha paz y justicia” así como “una sensación de alivio” y que pensó en su hermana y en sus sobrinos, que en ese momento tenían 15, 13 y 11 años, y quedaron bajo su tutela, alejados todos de los medios.
“Un asesino”
“Yo me enteré de las 74 puñaladas por la televisión dos meses después. La verdad, me desconocí”, aseguró Farré poco después de la condena en una entrevista. Y arriesgó: “Creo que estaba escrito por el destino, un karma”.
¿Quién es Farré?, le consultó el periodista. “Un asesino”, respondió al instante él, pero enseguida lamentó: “No creo que haya nada peor para reconocer y para digerir”.