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Septiembre de 2024
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Estudios afirman que el cromosoma Y podría incrementar el riesgo de desarrollar cánceres más fuertes en varones

Lo señalan dos estudios publicados en la revista Nature sobre cáncer colorrectal y vejiga, realizados por investigadores de los Estados Unidos. Qué se encontró y para qué podrían usarse sus resultados.

26/06/2023

Los seres humanos y la mayoría del resto de los mamíferos tienen dos cromosomas sexuales en las células: X e Y. En combinación determinan el sexo de una persona. Las mujeres tienen dos cromosomas X en sus células, mientras que los hombres tienen uno X y uno Y.

Dos nuevos estudios científicos, que fueron publicados en la revista especializada Nature, han puesto en la mira al cromosoma Y para comprender el por qué de la aparición de los tumores en las personas.

El cromosoma Y podría explicar por qué los hombres tienen menos probabilidades que las mujeres de sobrevivir a algunos tipos de cáncer, según los estudios que combinan datos de ratones y humanos. Los dos trabajos científicos abordan cánceres especialmente agresivos en los hombres: el cáncer colorrectal y el de vejiga.

Ya se sabía que el sexo de una persona puede afectar el riesgo de desarrollar cáncer, los resultados clínicos y la biología tumoral. También se conoce que la mayoría de los cánceres tienen peores resultados en los hombres que en las mujeres. Los mecanismos específicos del sexo que subyacen a esas disparidades no se conocen bien, pero algunas investigaciones han sugerido que la función del cromosoma Y puede tener un papel.

Ahora, una de las investigaciones publicadas por Nature fue llevada a cabo por el equipo de Dan Theodorescu, del Departamento de Urología, del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles, Estados Unidos. Encontraron que la pérdida del cromosoma Y en algunas células -que se produce de forma natural a medida que los hombres envejecen- aumenta el riesgo de cáncer de vejiga agresivo. Eso podría permitir que estos tumores evadan la detección del sistema inmune y puedan seguir dispersándose en el organismo.

El cáncer de vejiga es el décimo cáncer más común a nivel mundial, con una incidencia de casi 600.000 casos y más de 200.000 muertes anuales, según cifras del Observatorio Global de Cáncer (Globocan). Aproximadamente, el 90% de ellos se relacionan directamente con el tabaquismo, ya sea en fumadores o en exfumadores.

Los científicos analizaron los datos clínicos de 300 pacientes varones con cáncer de vejiga para identificar una asociación entre la pérdida del cromosoma Y, y un mal pronóstico. Luego, estudiaron líneas celulares de esta patología oncológica y descubrieron que, en comparación con los tumores con cromosomas Y, los que carecen de este cromosoma son más agresivos y presentan una respuesta inmunitaria mediada por células T atenuada.

Observaron que la pérdida del cromosoma Y se asocia a una mayor respuesta a un tipo específico de inmunoterapia denominada terapia de inhibición de los puntos de control anti-PD1, tanto en ratones como en humanos. Esto sugiere una posible línea de tratamiento para este subconjunto de cánceres de vejiga que se debería investigar.

Este hallazgo es “el mensaje más importante” del estudio, de acuerdo con Jan Dumanski, genetista de la Universidad de Uppsala, Suecia, porque sugiere que puede haber una forma mejor de tratar estos cánceres. Anticuerpos similares como el que probaron en ratones, que se llaman inhibidores de puntos de control -que son un tipo de inmunoterapia-, ya se utilizan clínicamente contra algunos tumores.

Por otra parte, Ronald DePinho, del Departamento de Biología del Cáncer de la Universidad de Texas y del Centro del Cáncer MD Anderson y sus colaboraron revelaron en su estudio que un gen concreto del cromosoma Y en ratones aumenta el riesgo de que algunos cánceres colorrectales se extiendan a otras partes del cuerpo.

El cáncer colorrectal se trata de un tumor maligno que aparece en la última parte del intestino. Como es considerada una enfermedad de progresión lenta, se calcula que en un 80 a 90% de los casos se presentó, con anterioridad, una lesión precursora, como puede ser un pólipo o adenoma, que se produce en la mucosa que recubre el interior del colon o del recto.

DePinho y sus colegas evaluaron las diferencias de sexo en el cáncer colorrectal en un modelo de ratón de la enfermedad. El modelo es una forma específica de la enfermedad, impulsada por un oncogén conocido llamado KRAS.

Los investigadores observaron una mayor frecuencia de metástasis y una peor supervivencia en los ratones machos, lo que refleja los resultados observados también en los seres humanos. Los análisis revelaron la regulación de un gen que favorece la invasión tumoral y el escape inmunitario. Este gen se expresa en el cromosoma Y, lo que podría explicar las diferencias entre sexos en la progresión del cáncer colorrectal inducido por KRAS. El gen fue llamado KDM5D.

En conjunto, los dos estudios suponen un paso adelante hacia la comprensión de por qué tantos cánceres tienen un sesgo hacia los hombres, afirmó Sue Haupt, investigadora del cáncer en el Instituto de Salud Global George de Sidney, Australia, que no participó en las nuevas investigaciones: “Cada vez está más claro que va más allá del estilo de vida. Hay un componente genético también”.

Consultado por Infobae, el doctor Nicolás Rotholtz, jefe del Instituto de enfermedades digestivas y del Servicio de Cirugía General del Hospital Alemán de Buenos Aires, comentó: “Los resultados de los estudios en la revista Nature son de primer nivel. No significa que por tener el cromosoma Y, los hombres tengan más chances de tener cáncer de colon o de vejiga. Significa que ese cromosoma podría estar asociado al riesgo de desarrollar cáncer más agresivo”.

Los resultados de los estudios -afirmó Rotholtz, que es director de la Carrera de Especialista en Coloproctología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires- “son preliminares y podrían indicar que algunas alteraciones del cromosoma Y, propio del sexo masculino, podrían ser una variable pronóstica del comportamiento de esos tumores. Eventualmente, si se identificaran esas mutaciones, se podría usar para definir la estrategia de tratamiento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se necesitarán más estudios para llevar el conocimiento a la práctica clínica”.

En uno de los estudios los científicos identificaron un papel protector del cromosoma Y en el cáncer de vejiga. En el otro, en cambio, el otro equipo de investigadores describió un papel perjudicial de un gen del cromosoma Y en el cáncer colorrectal. Esa diferencia subraya la importancia de tener en cuenta el contexto en el cáncer.

“No todos los tumores van a tener el mismo comportamiento biológico”, dijo el doctor Theodorescu. Ese contexto puede variar no sólo en función del órgano afectado, sino incluso de la localización del tumor en el órgano y de la presencia o ausencia de otras mutaciones genéticas.

Mientras la investigación científica sigue, las personas pueden tener en cuenta los factores que pueden aumentar el riesgo del cáncer de vejiga y del cáncer colorrectal para tomar medidas de prevención. En el caso del tumor en vejiga, consumir tabaco en cualquiera de las formas, tener una edad mayor, y la exposición a ciertas sustancias químicas pueden aumentar el riesgo.

La obesidad, el sedentarismo y el consumo de alcohol y de tabaco son algunos de los factores de mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.