Tras el anuncio de la creación de Atelier Jolie, se asoció con la uruguaya Gabriela Hearst.
Angelina Jolie anunció hace algunas semanas que se lanzará en otoño un proyecto de moda sostenible, Atelier Jolie, con el pretende potenciar la creatividad del cliente a partir de los excedentes de prendas, una moda que se basa en el reciclaje y en la que quiere implicar a los refugiados. Pero hace unos días, redobló la apuesta y anunció una colección cápsula con la marca francesa Chloé, actualmente dirigida por la diseñadora uruguaya Gabriela Hearst.
Angelina Jolie y Gabriela Hearst: ecomoda
Tanto Angelina Jolie como Gabriela Hearst trabajan por un moda sostenible. Cuando lanzó Atelier Jolie hizo saber su posición con respecto al tema: “Utilizaremos solo sobrantes, material vintage de calidad y material de deshecho”, explica la actriz en la cuenta de Instagram de este nuevo proyecto.
“Estoy construyendo un lugar para que las personas creativas colaboren con diseñadores y artesanos de todo el mundo”, señala, “un lugar para divertirse. Para crear tus propios diseños con libertad. Para descubrirte a ti mismo”.
Una manera -apunta-de “democratizar la industria de la moda”, permitiendo que los clientes tengan acceso a diseñadores emergentes y maestros artesanos.
La iniciativa, que verá la luz este otoño, pretende “reciclar las piezas del armario a las se desea volver a dar vida y obtener como resultado un nuevo diseño de calidad, manteniendo su historia y su valor personal”.
Angelina, entre la moda y la solidaridad
La actriz es parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una labor en la que se encuentra muy involucrada y que con este proyecto busca reunir un equipo diverso, que incluya un aprendizaje para refugiados y otros grupos de población “con talento, pero subestimados, con puestos de dignidad basados en la habilidad”, indica en la web Atelier Jolie.
Jolie anuncia que trabajará con artesanos y creadores de todo el mundo, con el fin de compartir la riqueza de su patrimonio cultural y apoyar el desarrollo de sus propios negocios.
Invita a todo el mundo a crear con dos sencillas preguntas: “¿Por qué codiciamos las etiquetas de diseñador? ¿Por qué comprar el diseño de otra persona, cuando puedes crearlo tú mismo?”.
La protagonista de “Salt” asegura que “todos estamos influenciados por los diseños de otros, pero la manera más elevada de autoexpresión, y creo que la más divertida, es crear para nosotros mismos”.
Con la intención de poner de relieve la labor de los sastres, más allá de la de los diseñadores, asegura, que “la moda es un arte con la que he tenido la oportunidad de jugar a lo largo de los años. He diseñado ropa y aprendido de los mejores sastres (...) son ellos los que marcan la diferencia, y, sin embargo, rara vez reciben el crédito y el respeto que merecen”.