Existen distintos tipos de enfermedades que producen afecciones en la piel. Una de las más comunes son las machas blancas, que pueden tener distintos orígenes.
El cuidado de la piel cobró una gran importancia en los últimos años. Debido a esto, se dieron a conocer diferentes enfermedades que antes no eran tan reconocidas. Las manchas blancas tienen que ver con una afección cutánea que muchas personas sufren y cuyo origen no termina de quedar claro.
Estas manchas se presentan en todos los tipos de pieles cuando las células muertas quedan atrapadas bajo su superficie. Sin embargo, la despigmentación o pérdida de color, entre otros aspectos, son dos de las causas más frecuentes por las que pueden aparecer.
Las manchas blancas pueden manifestarse en cualquier momento y en cualquier tipo de piel. En caso de sufrirlas, los especialistas aconsejan hacer un seguimiento de su evolución para dar con el tratamiento adecuado.
Hipomelanosis
Es consecuencia de una pigmentación severa que se da, sobre todo, en las zonas de la piel que con mayor frecuencia se exponen a los rayos UVA y UVB. Pese a no presentar ninguna sintomatología, reflejan el envejecimiento cutáneo. Se pueden prevenir con el uso de protector solar y reduciendo la exposición al sol.
Dermatitis atópica
Esto sucede cuando una zona de la piel se irrita, generando una mancha de pigmentación más clara, además de escamas y sequedad.
Pitiriasis Alba
La Pitiriasis Alba es una afección de la piel que provoca manchas rojas y escamosas que, cuando se curan, en ocasiones se convierten en manchas blancas.
Pitiriasis Versicolor
En la mayoría de ocasiones es provocada por hongos que repercuten directamente en la pigmentación cutánea, creando manchas de color blanco.
Vitiligo
Es una enfermedad cutánea de origen incierto (aunque puede deberse a factores genéticos), en la que se sufre de una falta de pigmentación, consecuencia de la falta de células que generan melanina.
Milia
Se pueden presentar en cualquier parte de la piel, y son pequeños "granos" llenos de líquido, que no producen ningún dolor o síntoma. Surgen cuando la queratina no consigue salir a la superficie de la piel, o como traumas ocasionados por otros problemas, como la dermoabrasión o el efecto secundario de algunos medicamentos.