Se diagnostica solo el 2% de los casos. Produce obstrucción y secreción nasal, dolor facial, dificultades para respirar y pérdida del olfato.
Los días de calor se extendieron este año hasta comienzos de abril, pero el frío viene abriéndose camino para aparecer en escena y comienzan a surgir diversos problemas de salud como consecuencia de los cambios climáticos. Uno de ellos es la poliposis nasal, dolencia que se define como rinosinusitis crónica con presencia de pólipos nasales.
Se trata de una enfermedad inflamatoria recurrente de la mucosa y los senos paranasales,y se calcula que afecta a entre el 3% y el 6% de la población y que, en 1 de cada 5 personas con esa condición, el cuadro se presenta además con pólipos nasales. De este grupo, solo el 2% tendría diagnóstico formal, a pesar de todo el impacto que generan sus manifestaciones, entre las que se destacan la pérdida parcial o total del olfato, obstrucción, congestión y secreción nasal, y dolor y presión facial, lo que dificulta el sueño y múltiples actividades diarias.
En la semana previa al Día Mundial de la Poliposis Nasal, que se conmemora el próximo jueves 20 de abril, expertos alertaron sobre esta problemática y remarcaron la necesidad de sospechar el diagnóstico, sobre todo a partir del síntoma de la pérdida de olfato, si coexiste con otros síntomas nasales y confirmándolo con una endoscopia nasal o una tomografía computada.
“Las personas con poliposis nasal pasan buena parte del año con síntomas y, lo que generalmente más les incomoda es vivir sin olfato. Llegan a la consulta después de varios años de sostener esa situación, creyendo que lo que tienen es un cuadro crónico de alergia aunque se arriba a un diagnóstico diferente, no necesariamente más complejo, pero diferente, desencadenado por otros mecanismos y, definitivamente, con otro tipo de tratamiento”, explicó la doctora Anahí Yañez (M.N. 81.656), médica especialista en Alergia e Inmunología Clínica, Directora Médica e Investigadora Principal del Centro de Investigación en Alergias y Enfermedades Respiratorias (INAER) e integrante de la Asociación Argentina de Pacientes con Asma y PN (AAPA).
El tratamiento para la poliposis nasal
“El tratamiento por excelencia para la poliposis nasal es la cirugía. Sin embargo, alrededor de un 35% de los pacientes experimenta recurrencia de pólipos post-quirúrgicos a los 6 meses. Además, en muchos casos los pacientes requieren múltiples cirugías de revisión, sometiéndose a 4, 5 o hasta 8 cirugías de este tipo, sin lograr un control efectivo y sostenido en el tiempo”, sostuvo el doctor Ernesto Cafaro (M.N. 51.363), médico otorrinolaringólogo.
Cafaro, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Gral. Manuel Belgrano, añadió: “Otra opción terapéutica es el uso de determinados antibióticos o el uso de corticoides sistémicos, que son muy eficaces para controlar el cuadro inflamatorio, pero su uso reiterado, a largo plazo, genera múltiples complicaciones severas en el organismo, por lo que se lo desaconseja”.
Actualmente, existe una opción terapéutica más moderna, que ya está incluida en las guías internacionales de referencia para el diagnóstico y tratamiento de la poliposis nasal, que consiste en la indicación de medicamentos biológicos que inhiben el mecanismo que origina los pólipos y los síntomas característicos de esta patología, denominado inflamación de tipo 2. Este tipo de inflamación está presente en 8 de cada 10 casos de poliposis nasal, involucrado también en el 75% de los casos de rinitis alérgica, el 80% de los de asma y también es determinante en la dermatitis atópica.
El sentido del olfato en nuestra vida
Los resultados de una encuesta internacional sobre el valor del sentido del olfato se acaban de presentar. Se trata de un trabajo de campo que se realizó durante diciembre de 2022 e incluyó a 6 mil participantes de Francia, Alemania, Italia, España, Japón y Estados Unidos y, poco más de un cuarto de los encuestados presentaba congestión nasal recurrente.
Nueve de cada 10 encuestados reconocieron el valor clave del olfato para evocar recuerdos, pero lo asociaron al reconocimiento de situaciones de peligro como la presencia de humo o pérdidas de gas. Entre los aromas que los hacían felices, 4 de cada 10 mencionaron al océano, las especias y otros condimentos de cocina, y el aroma distintivo de la pareja.
Además, entre los aromas favoritos, destacaron al café, al pan recién horneado y otros manjares de panadería (45%); y entre los que producen nostalgia, el 45% mencionó recetas familiares, seguidas por la lluvia y el rocío (24%). También, a casi 7 de cada 10 personas perder el sentido del olfato les produce temor y, justamente, eso es algo que atraviesan muchos de los pacientes con poliposis nasal.
“El olfato es fundamental en términos de nuestra conexión con lo que nos rodea. Por eso, como profesionales de la salud, tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que nuestros pacientes conserven o recuperen este sentido crítico y puedan llevar una vida plena”, reconoció la doctora Stella Maris Cuevas (M.N. 81.701), médica otorrinolaringóloga, experta en olfato y alergista, directora del consultorio de Vanguardia, Trastornos del Olfato y gusto (CVOG).