En el mismo, el Papa conversa con 10 jóvenes, de entre 20 y 25 años, sobre las diferentes inquietudes de su generación.
María Milagros Acosta, una joven santiagueña del barrio 8 de Abril y militante del movimiento "Católicas por el Derecho a Decidir", participó del documental denominado "Amén: Francisco responde". En el mismo, el Papa conversa con 10 jóvenes, de entre 20 y 25 años, sobre las diferentes inquietudes de su generación.
En este contexto, Acosta se refirió al aborto. "Me considero católica. Participo en las capillas y, además de participar en esta iglesia, soy feminista", comenzó María.
"Cuando en el 2019 era catequista estaba con niños de 12 años y estaba el debate del aborto, pero había algo que no me gustaba: ¿Por qué la iglesia quería obstaculizar un derecho de una mujer?", reflexionó María. Y añadió: "Entonces, lo que yo pienso, es que Jesús acompañaría a esa mujer. No la juzgaría como lo hacen en una misa, en una iglesia".
"Yo le quiero entregar algo... A mí esto, poder tenerlo y llevarlo en la mochila... Atarlo... Ha sido un tránsito muy duro y ahora lo llevo con mucho orgullo. Se lo quiero entregar con mucho amor y respeto", manifestó Acosta mientras le entregaba un pañuelo verde al Papa, como símbolo del reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito.
Francisco la abrazó, aceptó el pañuelo y le dijo: "Te agradezco. Vos acentuaste mucho la comprensión de la mujer que aborta. En ese aspecto a los curas siempre les digo que cuando se acerca una persona en esa situación, con cargo de consciencia porque es dura la huella que deja un aborto en la mujer, que por favor no pregunten mucho y sean misericordiosos. Como es Jesús. Jesús recibe a todos después", dijo el Papa.
En esta línea, continuó: "Pero el problema del aborto hay que verlo científicamente. Y con cierta frialdad –agregó el Papa-, cualquier libro de embriología nos enseña que, al mes de la concepción, ya está delineado el DNA. Y están dibujados, entre comillas, todos los órganos. Está ahí. Por lo tanto no es un montón de células que se juntaron, sino que es una vida humana sistemada".
"Me llama la atención la sensibilidad que tienen ustedes y eso se lo agradezco. Sin embargo, una cosa es acompañar a las personas que hicieron esto y otra es justificar el acto", concluyó el Papa.