Según un estudio realizado por científicos de Estados Unidos y China, el azúcar añadido puede generar 45 consecuencias negativas en las personas.
Numerosos estudios han demostrado los impactos adversos del consumo excesivo de azúcar sobre la salud. Lo que ha motivado las recomendaciones de reducir la ingesta de alimentos "sin azúcar" o con menos del 10% de la ingesta calórica diaria por persona. No obstante, un reciente informe publicado en la revista "The BMJ" por investigadores de Estados Unidos y China sugiere que antes de establecer políticas rigurosas para limitar el consumo de azúcar, se requiere una evaluación exhaustiva sobre el impacto de los azúcares añadidos en la salud.
En un extenso análisis, que incluyó 8,601 estudios, los investigadores revelaron que el alto consumo de azúcar añadida se asocia con un riesgo significativo de 45 consecuencias negativas para la salud, tales como diabetes, gota, obesidad, hipertensión, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, cáncer, asma, caries, depresión y muerte prematura.
Los autores se centraron específicamente en los azúcares libres, los cuales son aquellos añadidos durante el procesamiento de los alimentos, incluyendo el azúcar de mesa y otros edulcorantes, así como los presentes naturalmente en jarabes, miel, jugos de frutas y verduras, purés, pastas y productos similares en los que se ha descompuesto la estructura celular del alimento. Cabe recalcar que esta categoría no incluye los azúcares presentes naturalmente en los productos lácteos, frutas y verduras enteras en su estructura.
Hora de reducir el consumo de azúcar
Debido a las consecuencias, los hallazgos del estudio, junto con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, indican que la ingesta de productos con azúcar añadido debe limitarse a menos de 25 gramos, o unas 6 cucharadas pequeñas, al día.
Esta cantidad de azúcar equivale a dos galletas de chocolate, 450 gramos de jugo de frutas o aproximadamente una cucharada y media de miel.
Además, los autores recomiendan reducir el consumo de bebidas azucaradas a menos de una ración (entre 200 y 355 mililitros) por semana. Esto equivale a una gaseosa de hasta 340 gramos.
Para cambiar los hábitos de consumo de azúcar, los autores sugieren que se requiere una combinación de educación y políticas de salud pública generalizadas en todo el mundo.