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Marzo de 2024
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Revista

El canto de los pájaros calma la mente, baja la ansiedad y minimiza la posibilidad de sufrir paranoia

Un estudio demostró que escuchar trinar a las aves disminuye los estados ansiosos y los pensamientos irracionales. También mejora la salud mental.

01/04/2023

Los trastornos de ansiedad se incrementaron significativamente durante la pandemia de coronavirus y, para aliviar los síntomas, aumentó el consumo de ansiolíticos y antidepresivos, pero resolver el malestar emocional con pastillas no es una buena idea a largo plazo porque puede generar dependencia y no soluciona el problema de fondo.

Por esa razón, los especialistas consideran que cambiar el estilo de vida e introducir hábitos saludables en el día a día es la mejor opción y un buen ejemplo de ello es el hallazgo de un estudio que demostró que pararse a escuchar el canto de los| pájaros reduce la ansiedad y los pensamientos irracionales.

El estudio fue realizado por investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano de Alemania y la Universitätsklinikum Hamburg-Eppendorf y reveló cómo afecta al estado de ánimo, la paranoia y las funciones cognitivas tanto el ruido del tráfico, como el canto de las aves.

Para ello, realizaron un experimento aleatorio con 295 voluntarios que escucharon durante seis minutos clips con diferentes sonidos que reproducían el ruido habitual del tráfico o el canto de los pájaros, mientras que previamente habían realizado pruebas cognitivas y respondido a cuestionarios con el objetivo de evaluar su salud mental.

Cuáles fueron las conclusiones del estudio sobre el canto de los pájaros

“Todo el mundo tiene ciertas disposiciones psicológicas. Las personas sanas también pueden experimentar pensamientos ansiosos o percepciones paranoicas temporales. Los cuestionarios nos permiten identificar las tendencias de las personas sin que tengan un diagnóstico de depresión, ansiedad y paranoia e investigar el efecto de los sonidos de pájaros o tráfico en estas tendencias”, señaló Emil Stobbe, del Grupo Lise Meitner de Neurociencia Ambiental en el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano.

Los resultados de la investigación se publicaron en Scientific Reports y mostraron que la ansiedad y la paranoia disminuyeron en las personas sanas al escuchar el canto de los pájaros, pero que esto no parecía influir en los estados depresivos. Por el contrario, el ruido del tráfico, por lo general, empeoraba los estados depresivos, sobre todo cuando el clip de audio incluía muchos tipos diferentes de sonidos.

Ya se sabía que los entornos naturales tienen un impacto positivo sobre la salud física y psicológica y que el canto de los pájaros en particular mejora el estado de ánimo, pero según afirman los autores del trabajo, este es el primer estudio que muestra un efecto sobre los estados paranoides, y esto sucedió con independencia de si el canto de los pájaros provenía de dos o más especies de aves diferentes. También comprobaron que ni el canto de los pájaros ni el ruido del tráfico influyeron en el rendimiento cognitivo.

Los especialistas opinaron que estos efectos se explican porque el canto de los pájaros es una indicación sutil de un entorno natural intacto, y esto desvía la atención de los factores estresantes que, en caso contrario, podrían alertar de una amenaza inminente. Los hallazgos son un interesante punto de partida para futuras investigaciones y aplicaciones, como manipular el ruido de fondo en determinadas situaciones o analizar su influencia en pacientes diagnosticados con trastornos de ansiedad o paranoia.

El canto de los pájaros también puede ser útil para otras situaciones

Según indicó Stobbe, miembro del Grupo Lise Meitner de Neurociencia Ambiental del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano de Berlín que estudia los efectos del entorno físico en el individuo, el canto de los pájaros “también podría aplicarse para prevenir los trastornos mentales”.

“Escuchar un audio sería una intervención sencilla y de fácil acceso, pero si ya pudiéramos mostrar tales efectos en un experimento en línea realizado por los participantes en una computadora, podemos suponer que estos son aún más fuertes al aire libre en la naturaleza”, añadió. La jefa del grupo de investigación, Simone Kühn, señaló: “Recientemente pudimos realizar un estudio que demuestra que una caminata de una hora en la naturaleza reduce la actividad cerebral asociada con el estrés”.

“Todavía no podemos decir qué características de la naturaleza (olores, sonidos, colores, o una combinación de ellos) son responsables del efecto. El presente estudio proporciona un componente adicional para aclarar este problema”, expresó Kühn, quien dijo que “lo que está claro es que la naturaleza mejora la salud mental y el bienestar”.