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Abril de 2024
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Opinión y Actualidad

La hora de reinventarse

Con la prolongación de la guerra en Ucrania, y otros conflictos de diversa índole, retornan las preguntas: ¿Hay liderazgo? ¿Es efectivo? ¿Dónde están los estadistas del siglo XXI en un mundo disruptivo y de novedad histórica?

18/03/2023

Por Joaquín Mirkin, en el diario Clarín
La presión sobre políticos y líderes empresariales y sociales para que resuelvan los problemas no para de crecer. Hoy se crítica y se exige. Suben las expectativas. La sociedad civil no es pasiva, por el contrario, interviene y demanda.

En cuanto al contexto, ¿cuál es el escenario global actual? ¿Uno dominado por la “coexistencia competitiva” entre Estados Unidos y la República Popular China? ¿Otro “de silos”, con Estados Unidos, Unión Europea, China y Rusia, cada uno con sus respectivas zonas de influencia? ¿O estamos en un mundo a la deriva? ¿Y América Latina? El interrogante no es una nimiedad, y lo recoge la Oficina de Inteligencia Nacional de Estados Unidos en Tendencias Globales 2040.

Enfrentamos una crisis profunda de confianza y la percepción de que el liderazgo tiene dificultades para ser efectivo, en resolver los problemas reales de la gente por encima de intereses particulares.

“Somos la suma de lo que logramos, no de lo que pretendemos”, dice Alain de Botton, escritor suizo, refiriéndose a la vigencia de El Príncipe de Maquiavelo. “En última instancia, deberíamos ocuparnos más por ser efectivos”, señala. https://www.theschooloflife.com/article/machiavellis-advice-for-nice-guys/ La industria del asesoramiento está en auge, tanto en los ámbitos político-electorales, como de comunicación corporativa e institucional, y de asuntos públicos.

Las herramientas nunca han sido tantas y diversas: desde demoscopia, Big Data, escucha y topografía de redes sociales, a asesoría, imagen, coaching, consultoría y apoyo en estrategia, pasando por comunicación estratégica, publicidad, marketing, trabajo sobre influencers, media trainings, hasta herramientas sofisticadas de detección de desinformación, medición de performance e inteligencia de datos abiertos.

Un problema es que muchos líderes, en diferentes ámbitos, se rodean de asesores que los adulan en exceso y que tienden a ser poco críticos. Por el contrario, la experiencia indica que, para poder ser efectivos, los líderes deben esforzarse en la búsqueda de profesionales con experiencia que les ayuden a comprender escenarios cambiantes y a detectar posibilidades y áreas de mejora.

La vigencia de la espiritualidad
A menudo, las narrativas y las construcciones míticas son fuente de lecciones de liderazgo. En el Éxodo, por ejemplo, que relata la historia de la dramática salida de los israelitas de la esclavitud en Egipto, aparece la palabra emuná, que podría ser traducida del hebreo como como fe, certeza, convicción, seguridad o firmeza.

La emuná o autoconfianza es el punto medio entre los opuestos de la omnipotencia del poder y la desesperanza ante la creencia de que no es posible cambiar. En ese punto de equilibrio está la figura transcendental de Moisés, líder espiritual y liberador, guía del pueblo, que, más allá de sus profundas vacilaciones y dificultades, logra su propósito histórico, y su mensaje, el de su liderazgo, transciende . En este caso, podríamos aventurar a plantear que la “tierra prometida” es el camino de su liderazgo y no el punto de llegada.

La consultoría profesional y el apoyo al liderazgo es clave. Conjuntamente con el desarrollo de un propósito y de habilidades de acción y comunicación, es necesaria también una espiritualidad, más allá de un sentido religioso, sino como práctica de valores con foco en la capacidad transformadora del presente y una mayor trascendencia a través de la acción.

En Personalidad y poder, Forjadores y destructores de la Europa moderna (editorial Crítica, 2022), el historiador británico Ian Kershaw pone el acento en el carisma y la personalidad de 12 de los líderes y estadistas más destacados del siglo XX sosteniendo que el líder es fruto de una serie única de circunstancias de crisis que posibilitan su ascenso y mantenimiento en el poder.

Hoy, debe emerger un nuevo liderazgo que, necesariamente, pueda alinear su misión con los valores y prioridades sociales del entorno, con humildad. En concreto, me refiero a la calidad del empleo, la inversión, la innovación real, la reducción de la pobreza y la desigualdad, la mejora de la educación, la salud y el cuidado del medio ambiente. El foco está no sólo en cuanto mide un candidato o en los resultados empresariales de un trimestre, sino en la verdadera contribución al bien común.

Sigmund Freud llamó el “progreso de la espiritualidad” al aporte del monoteísmo y la cultura a la sublimación (por encima de lo pulsional) que ha posibilitado el progreso de Occidente.

Podría sonar esotérico odemodé, pero es justamente la espiritualidad aquello que amalgama los valores con la acción, dándole coherencia y mayor trascendencia, y por tanto se trata de un componente imprescindible para la efectividad del nuevo liderazgo.

 Una etapa de mayor prosperidad, bien-estar y paz es posible. Dependerá de lo que hagamos. Es la hora de reinventarse.

(*) Joaquín Mirkin es Licenciado en Ciencia Política (UBA), Consultor Internacional en Liderazgo y Asuntos Públicos. Director de Mirkin Consulting.