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Opinión y Actualidad

Scaloni, el joven e inexperto que sorprendió al mundo y se sienta a la mesa de Menotti y Bilardo

Asumió como DT con 40 años y resistió las críticas a fuerza de trabajo, reconstruyendo un grupo y armando un equipo alrededor de Messi.

18/12/2022

De Martín Voogd para Clarín

Ahora que están de moda las apuestas deportivas, un pequeño jueguito rápido: imaginan cuánto dinero podría haber ganado el soñador que después del naufragio en Rusia 2018 apostaba unos mangos por Lionel Scaloni como el DT que llevaría a la Argentina a ser campeona del mundo. Hoy sería millonario.

Esto fue escrito hace poco menos de cuatro años, el 25 de diciembre de 2018: “Lionel Scaloni es blanco fácil para los millones de asociados al club que todo lo cuestiona. Si a esta altura hay gente que todavía fustiga a Lionel Messi, imaginen qué queda para este hombre de 40 años que casi no tiene experiencia como entrenador principal de un equipo de fútbol y que ahora está en el lugar que muchos sueñan y casi nadie accede: ser DT de la Selección”.

La nota sigue y concluye: "También se valora que tiene los pies en la tierra y que, a diferencia de muchos de sus predecesores, tienda a descontracturar y desacralizar su función como DT de la Selección. Y, sobre todo, su sensatez. La hoja de ruta que se planteó para este 2019 muestra que tiene claro lo que quiere hacer de acá hasta la Copa América. Es, además, lo que haría cualquier DT. Con experiencia o sin experiencia. Otra cosa sería chamuyo. Eso que suelen comprar, casi a ciegas, los asociados al club que todo lo cuestiona".

No se sabía que nada de esto iba a pasar. El tercer puesto en la Copa América 2019 fue el trampolín de que algo bueno iba a pasar. La coronación en la Copa América 2021 fue el primer fruto de una gestión sensata y también el clic necesario para entender que Messi no se iba a ir de la Selección sin poder sonreír. La Finalissima fue la demostración de la maduración del equipo. Y este Mundial, luego de la piña que fue la derrota con Arabia Saudita, fue el salto definitivo hacia la eternidad.

Porque Messi fue decisivo dentro de la cancha encontrando los pequeños resquicios para demoler uno a uno los rivales que desfilaron después de ese doloroso debut. Pero Scaloni y su cuerpo técnico fueron quienes armaron la estructura y los engranajes para que Leo pudiera exprimir, como dijo Jorge Valdano, hasta la última gota de su sabiduría al servicio de este torneo histórico.

El otro día, en una de las largas caminatas que tuvimos acá en Qatar, se armó una linda discusión con colegas y hacíamos uno de esos jueguitos que solemos hacer los periodistas cuando estamos aburridos. Eso que se aproxima mucho al "hablemos sin saber", pero con cara seria como si estuviéramos discutiendo los temas más importantes del mundo.

¿Está Scaloni a la altura de Menotti y de Bilardo? El Flaco, DT campeón del mundo en Argentina 1978, es el responsable de que la AFA le diera prioridad y se pusiera los pantalones largos a nivel organización en la Selección. El Narigón, DT campeón del mundo en México 86, fue el que supo sacarle el mayor brillo a Maradona y armó un equipo invencible a su alrededor. Además, con una especie de Armada Brancaleone, casi repite en Italia 90 a pesar de tener a un Diego maltrecho. Son los dos próceres técnicos de la historia del fútbol argentino. Y parecía que no habría lugar para un tercero, para alguien que les discutiera su lugar.

Hasta que apareció Scaloni, sin experiencia, sin recorrido, pero armado de una sensatez poco común en los técnicos. Sin vedettismo, con seriedad y con un grupo de colaboradores en el que manda la capacidad y no el amiguismo. Con un respaldo de la dirigencia y con una obediencia de los dirigidos que no hace más que resaltar sus virtudes.

¿Cuál es el hit de Scaloni? Haber armado la red de contención para que Messi, por fin, se liberara de todos sus fantasmas en celeste y blanco. Pero no es el único hit, Scaloni le devolvió a la gente el amor por la Selección. Cuando parecía que a nadie le importaba el equipo nacional, cuando muchos habían perdido el interés y elegían darle la espalda, el DT construyó artesanalmente la Scaloneta. Y la Scaloneta quedará en la memoria de todos como el equipo de un pueblo que volvió a sonreír, como Messi, en celeste y blanco.

Lo más importante de todo. Es que este texto diría casi todas las mismas palabras si la moneda caía del lado de Francia. Es que Scaloni, haga lo que haga en el futuro, dejó un legado. El equipo por delante de todo. Es la única forma de construir y de callar de una buena vez a los socios del club que todo lo cuestiona.