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Insomnio y el llamado “club de las tres”

Son muchas las personas que duermen mal y se despiertan a las tres de la madrugada.

08/12/2022

Así como aquellos que a las seis de la mañana ya están arriba, hay otro gran grupo de personas que todos los días se despierta entre las tres y las cuatro de la madrugada. En estado de alerta o sobresaltados, que forman parte del “club de las tres” se caracterizan además por un mal descanso.

Según Jorge Dotto, médico (UBA, M.N. 107.411) y especialista en anatomía patológica de la Yale University School of Medicine, cuando una persona se despierta en esta ventana que va de las tres a las cuatro tiende a racionalizar esa situación para evitar una sensación de miedo, ansiedad e incertidumbre por no entender qué le sucede.

Las explicaciones más comunes que encuentra tienen que ver con temas personales, alguna dificultad laboral o algo emocional que lo preocupa. Sin embargo, como advierte desde su experiencia en consultorio en los últimos dos años, la razón puede estar en la intolerancia a un neutrotransmisor relacionado con nuestro despertar, la histamina.

“Es una sustancia que relacionamos frecuentemente con las reacciones alérgicas, situación en que se libera histamina. Esta produce inflamación para protegerse y aislar a los agentes problemáticos y, entonces, la persona manifiesta síntomas como urticaria, picazón, erupción cutánea o agua que cae por la nariz. Para estas situaciones, los médicos recetan un antihistamínico que cumple la función de bajar los niveles de histamina y reducir la inflamación”, explica Dotto.

Pero, además, entre otras tantas de sus funciones, la histamina es la lamparita que se prende y nos ayuda a despertar todas las mañanas, se encarga de regular la activación del organismo y la vigilia, produce el efecto contrario a la melatonina.

“Cuando una persona se despierta entre las tres y las cuatro de la mañana, lo primero que hay que sospechar es una intolerancia a la histamina -advierte Dotto-. Esto significa que no tolera altos niveles de esta sustancia que está presente también en muchos de los alimentos y bebidas que consumimos a diario. También puede suceder que la histamina no esté presente en el alimento pero que al ingresar en el cuerpo sus componentes químicos aumenten el nivel de esta sustancia”.

Ajustes alimentarios
El insomnio es un síntoma característico de la intolerancia a la histamina, es decir de la incapacidad del cuerpo de eliminarla correctamente. Esto produce que nuestro organismo compita entre el dormir y el despertar. “Pero además, como el cuerpo pasa por esa situación de competencia, la persona no descansa bien y al otro día se siente desganada y con falta de energía. Y no sospecha que la razón está en lo que cenó por la noche”, señala Dotto.

De manera que, muchas veces, la respuesta a este insomnio en esa ventana de la madrugada se encuentra en la alimentación. Para el especialista en patología molecular y genética de Harvard Medical School, también hay que considerar que no todos los problemas del sueño están relacionados con la intolerancia a este neurotransmisor, “pero es una situación a considerar porque es algo que vemos a diario y que muy pocas personas conocen”, aclara.

¿Qué alimentos son ricos en histamina? Muchos de los que consumimos a diario, por ejemplo, frutillas, tomate, palta, espinaca, berenjena, algunos quesos, especialmente está presente en los más estacionados como el brie, camembert o el parmesano, porque la fermentación aumenta el nivel de esta sustancia.

Se suman a la lista algunos pescados, algunos mariscos, los embutidos, los vinos y la cerveza, porque ambos provienen de un proceso de fermentación. En cuanto a infusiones, el té negro y el verde, el mate, el café contienen altos niveles de histamina; también el chocolate, la banana, el kiwi, los frutos secos, como las nueces y las almendras, y los cítricos.

“Si una persona dice que va a cenar algo liviano y esa opción es una ensalada de tomate, espinaca, palta, nueces y queso, con una copa de vino y se despierta a las tres de la mañana, nunca va a asociar una intolerancia alimentaria con un problema de sueño. No obstante, es algo que vemos a diario”, agrega Dotto. “Entonces, la conclusión está en que lo que cenó es lo que lo está despertando a la madrugada, justamente por la intolerancia a la histamina que presenta la persona, una sustancia que activa a partir de su propia alimentación”, añade.

Buen descanso
En cuanto a la forma de detectar esta intolerancia a la histamina, el procedimiento incluye tomar una muestra de saliva que es lo que va a indicar si está presente esta condición. Desde su Centro de Genética, Jorge Dotto realiza este análisis en todo el país, “es algo que el 99% de la gente desconoce y que tiene solución”, sostiene.

Además del insomnio, la intolerancia a la histamina puede producir alergias o sintomatologías gastrointestinales. “Por ejemplo, la persona puede sentir que se le hincha la panza como un globo, puede tener acidez, diarrea o constipación, migrañas o, en el caso de las mujeres, un síndrome pre menstrual muy intenso porque el estrógeno aumenta el nivel de histamina”, explica. Y sostiene que la solución está en un cambio en la alimentación que se lleva adelante con una supervisión nutricional.

“Se diseña un plan de nutrición personalizado. Lo fundamental es que la persona entienda que su cena tiene que ser baja en histamina, algo que no es imposible de lograr. Esto le va a permitir no solo no despertar sobresaltado a las tres o cuatro de la mañana, sin poder conciliar el sueño, sino también mejorar notablemente su descanso”, concluye.

Fuente: La Nación

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