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Abril de 2024
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Opinión y Actualidad

Crítica de "Historias para no contar", mentiras y medias verdades

La nueva película de Cesc Gay junta en su coral reparto a Chino Darín, Antonio de la Torre, Javier Rey, Anna Castillo, Àlex Brendemühl, María León y Eva Reyes.

01/12/2022

Por Blai
Para Fotogramas

Quién sabe si aplicando la máxima de Jules Renard ("Buscad lo ridículo en todo y lo encontraréis"), el más hábil observador del comportamiento humano de nuestros directores, Cesc Gay, se sumerge aquí en otra lección sobre el patetismo del ser humano. Y nos vuelve a poner ante ese espejo ya no tan deformante para que nos reconozcamos en alguno de los personajes –esa clase media urbanita que puebla sus relatos–, situaciones planteadas o simples gestos. Para ello, el cineasta recurre a la estructura episódica con cinco historias que tan bien le funcionó en 'Una pistola en cada mano', aunque aquí sea más irónico, más punzante, más hiriente y más cruel con sus criaturas, a las que coloca en esas situaciones harto embarazosas. Y todo para que, en el fondo, acabemos riéndonos de nuestras miserias y contradicciones. Vaya, de nosotros mismos, uno de los ejercicios más sanos que existen, sobre todo en los tiempos que corren.

Con la inestimable ayuda de su inseparable guionista Tomàs Aragay, el dúo recorre diversos estadios de la comedia: desde el vodevil –ese primer magnífico episodio con el trío Darín- Castillo-Rey–, hasta el mismísimo toque Lubitsch pasando por el humor menos sutil. Y a la vez, cincela diálogos sobre los secretos, las mentiras y las medias verdades que siempre suenan a la perfección en la boca de un reparto insuperable: menudo poder de convocatoria el suyo y cómo la acierta casi siempre escogiendo al idóneo para cada perfil. En este caso, con mención especial a Jose Coronado, al que quisiéramos ver más a menudo haciendo comedia, en un rol fuera de su repertorio habitual. Y evidentemente, como en toda película de episodios, siempre los hay que destacan por encima de otros. Curiosamente, aquí los dos primeros son los mejores, lo que denota cierta descompensación del conjunto. Pero, pecadillos veniales aparte, no cabe duda de que Dino Risi y Mario Monicelli sonríen, y mucho, desde allá donde estén.

Para quienes siempre estén dispuestos a reírse de sí mismos.