Hace tiempo que se recomienda evitar los efectos de los rayos UV y la alimentación resulta un factor clave para lograr un equilibrio entre el sol y ese consejo.
Solo unos pocos afortunados disponen de un largo verano junto al mar, el resto concentra en apenas una semana los días de playa y en ese tiempo no se obran milagros. Más aún si tenemos en cuenta los riesgos que implica exponerse al sol.
Además de las cremas solares, un lindo bronceado depende de lo que comemos. Para lograr un tostado saludable, es importante también cuidar la piel, aumentar sus defensas, y contrarrestar los efectos dañinos del sol.
“Básicamente, los alimentos con betacaroteno, que tienen vitamina A, dan un color naranja a la piel y hacen que sean potenciadores del bronceado”, argumenta Andrés Politi (M.N. 73.970), dermatólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Esa sustancia se encuentra principalmente en las verduras y en las frutas de color rojo, amarillo o naranja. El alimento más popular de este grupo es el tomate. Otros ejemplos:
Zanahoria. La verdura más asociada a este nutriente. Siempre se destacan beneficios como la protección de la vista, aunque también es buena para uñas y cabello. Tiene propiedades diuréticas.
Calabaza. Protege las mucosas digestivas, fortalece el sistema inmunológico y previene enfermedades cardiovasculares.
Durazno. Tiene elevado contenido en potasio, por lo que ayuda a paliar la retención de líquidos. También es rico en fibra, vitamina C y E y una fuente natural de betacaroteno.
Espinacas. El segundo alimento que más betacaroteno contiene, después de la zanahoria. Ayuda al corazón y a la vista, gracias a que es un potente antioxidante.
Brócoli. Su alto contenido en vitamina C ayuda a fortalecer las defensas. También contiene fibra y magnesio, y es un gran aliado en las dietas hipocalóricas por sus efectos saciantes y sus pocas calorías.
La ingesta de betacaroteno por vía oral es segura cuando se toma en cantidades adecuadas en determinadas circunstancias médicas. Pero los suplementos de betacaroteno no se recomiendan para uso general, y posiblemente no sean seguros en dosis altas ni a largo plazo.
“Todo lo que tiene vitamina C tiene antioxidantes y está muy de moda en productos faciales. En el caso del bronceado, ayuda contra el proceso oxidativo de la piel, que es el daño que causa el sol, pero no está probado que tomar vitamina C por boca cumpla con esta característica”, aclara Politti.
La hidratación también es clave para obtener un buen bronceado
Además de estos alimentos resulta fundamental no olvidar el agua. Con el sol, la piel se reseca y necesita rehidratarse con un aporte extra de líquido En este sentido, también es una buena opción incluir en la dieta jugos de frutas variadas e infusiones.
También se puede recurrir a productos como el aftersun o prolongadores del bronceado y usarlos en lugar de la crema hidratante para alargar más el tono moreno. Un tercer consejo sería recurrir al aloe vera, planta que hidrata, refresca, regenera y alivia la piel.