China considera a Taiwán como parte de su territorio, mientras que EEUU asume la “ambigüedad estratégica”.
Taiwán tiene su propio gobierno, electo democráticamente, y que opera de forma independiente de Beijing desde 1949. Aún así, pocos países lo reconocen como nación porque para China, Taiwán no es más que una provincia separatista que, en el futuro, volverá a estar bajo su mando.
Estados Unidos aprobó en 1979 la Ley de Relaciones con Taiwán, que abrió las puertas a la política conocida como “ambigüedad estratégica”, donde Washington se apega al principio de “Una sola China” al no apoyar oficialmente la independencia de Taiwán ni reconocerla como nación independiente, pero a la vez mantiene con la isla lo que el Departamento de Estado denomina una “robusta relación no oficial”, que incluye desde relaciones comerciales hasta una oficina que provee servicios consulares a estadounidenses; la misma ley de 1979 obliga a EEUU a proveer a Taiwán armamento defensivo.
En un comunicado publicado tras la llegada de Pelosi a Taiwán, el ministro de Relaciones Exteriores chino calificó la visita como una “grave violación del principio de ‘Una China’” que además “infringe la soberanía e integridad territorial” del país.
Pelosi indicó en Twitter que su visita a Taiwán “de ninguna manera contradice la política de Estados Unidos, guiada por la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979”; en otro tuit añadió que su presencia reafirma que EEUU “está con Taiwán: una robusta y vibrante democracia y un muy importante aliado en [la región del] Indo-Pacífico”.