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La cualidad que prevalece en los jóvenes: de Generación Z a Generación Mute

Algo singular que sucede en las personas de entre 8 y 23 años se niegan a responder a las llamadas telefónicas y a entablar un diálogo por teléfono. Es una particularidad que se incrementa en el mundo y que molesta a los adultos. ¿Se trata de un trastorno?

23/07/2022

“Te llamé un montón de veces y no contestas”. “Estás en línea, pero no respondes mis llamadas”. “Atendé que te explico por llamada”. “¿Por qué me cortas el teléfono?”, son solo un par de los múltiples reproches que los adultos le hacen constantemente a los jóvenes, quienes se ven negados a atender el teléfono, incluso a hablar por ese medio con alguien cercano.

Desde la existencia de WhatsApp, Facebook, Messenger, Twitter, Instagram y Telegram, lograr hablar por teléfono con las nuevas generaciones es casi una misión imposible. No les gustan los llamados y, en cambio, se comunican con el resto mediante texto y audios.

Este fenómeno, propio de la Generación Zeta (entre 8 y 23 años), adquirió un nombre propio: la Generación Mute (o muda). Estos jóvenes prefieren la mensajería instantánea en lugar de la llamada tradicional y, pase lo que pase, se niegan a atender sus teléfonos. Pero ¿es esto un trastorno comunicacional o es una manera de conservar la privacidad?

Mariela Caputo (M.P. 199.685), psicopedagoga y máster en Neuropsicología Clínica y doctoranda en la Facultad de Medicina de la UBA, descarta que sea un trastorno por el cuál preocuparse, pero sí una advertencia. En ese sentido, señala que en la nueva era digital, los niños/as y adolescentes encuentran en la tecnología un medio natural de desarrollo de sus intereses y necesidades cotidianas.

“Muchos de ellos, en general la mayoría de los jóvenes, utilizan las redes sociales como principal fuente de diversión, para ponerse en contacto con sus amigos, conocer a otras personas o intercambiar mensajes e imágenes. Ellos toman una postura de vida que puede ser afectada por tener o no acceso a ese mundo. Está instalado como un hábito que rápidamente tomó un protagonismo en la vida cotidiana, para muchos de esos jóvenes, como único medio de comunicación”, indica la especialista.

Y completa: “Sin convertirse en una situación patológica, igualmente se evidencia una preocupación que compromete a familiares y educadores a prestar especial atención y promover otro tipo de generación de vínculos y medio de comunicación”, indica la especialista.

Para ella, la oralidad es el medio de comunicación por excelencia del ser humano, y a través de la trama que se desarrolla en las interacciones verbales, el cerebro también construye significados y se fortalecen las otras funciones cognitivas, como la memoria, y la capacidad cognitiva general.

“Es por eso que debemos fortalecerlos y acompañarlos desde pequeños en el manejo de las relaciones sociales, según el tipo de procesamiento de información que manejan y su nivel de pensamiento concreto, sujeto al vínculo presencial”, aconseja.

Caputo añade: “Es muy importante que esa práctica la puedan realizar en espacios reales como la escuela, los cumpleaños, el club, etcétera. En estos espacios, se desarrolla el aprendizaje de las habilidades sociales, la autorregulación y el desarrollo del control inhibitorio que permite coordinar acciones concretas desde el funcionamiento cognitivo”.

El fenómeno Mute en números
En distintas encuestas realizadas, los más jóvenes manifestaron que las llamadas telefónicas son invasivas e irrumpen su privacidad. Para los más chicos, tener que atender el teléfono en el momento implica interrumpir lo que están haciendo y su estado de ánimo. En cambio, el responder mediante audio o mensajes de texto permite hacerlo cuando hay un espacio libre y cuando se tiene ganas.

Un informe de La Sociedad Digital en España 2018, publicado por la Fundación Telefónica, reveló que el uso diario que los más chicos le dan a las apps de mensajería como WhatsApp casi duplica al de las llamadas por móvil y fijo.

El 60% de la población española envía mensajes varias veces al día, mientras que el 24% llama con su celular y solo el 12% utiliza el teléfono fijo.

El uso de este tipo de comunicación, mensajes de texto o de voz, incluso supera al acto de quedar con alguien en persona para hablar o contarle algo.

En concreto, el 96,8% de los jóvenes españoles de entre 14 y 24 años usó WhatsApp como principal canal para comunicarse con algún familiar o amigo.

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