El pequeño estaba con algunos rasguños y manchado con sangre. Con el paso de las horas se confirmó que sus padres habían muerto.
La foto de Aiden McCarthy se compartió en todas las redes sociales del área metropolitana de Chicago durante las horas posteriores al tiroteo en el desfile del 4 de julio en Highland Park, acompañada de peticiones para ayudar a identificar al niño de dos años que había sido localizado en el lugar ensangrentado y solo, así como para reunirlo con su familia.
Cuando dejaron de escucharse disparos, Lauren Silva corrió junto a su novio por la zona de Highland Park buscando sobrevivientes que necesiten ayuda. De repente, ella tenía a un niño ensangrentado entre brazos.
Su novio le explicó que lo encontró debajo de su padre, que había recibido un balazo en una pierna. “Estaban tratando de detener la hemorragia, así que bajé al niño”, detalló. El menor, en pañales, con solo un zapato y algunos rasguños, “seguía preguntando si mamá y papá van a volver pronto”. Tenía una media completamente cubierta de sangre, pero sin heridas de consideración.
Posteriormente, Greg y Dana Ring, que se estaban yendo de la zona, vieron a Lauren con el niño. Ella le pidió a la pareja que lo cuiden en medio del caos. Aceptaron y lo pusieron a ver dibujos animados hasta la llegada de las autoridades, que lo reunieron con sus abuelos, mientras todavía no estaba clara la situación de sus padres.
Los padres de Aiden
La esperanza se desvaneció el martes, cuando amigos y autoridades confirmaron que los padres del niño: Kevin McCarthy, de 37 años, e Irina McCarthy, de 35, se encontraban entre las siete personas asesinadas.
“A los 2 años, Aiden se queda en una situación inconcebible: crecer sin sus padres”, escribió Irina Colon en una cuenta de GoFundMe que creó para la familia y para Aiden, quien se reunió con sus abuelos el lunes por la noche.
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La página de recaudación acumula más de un millón de dólares en donaciones.
Angela Vella, amiga de la infancia de Irina McCarthy, la describió como divertida, agradable y “un poco masculina”, y que le gustaba vestirse bien. “Definitivamente tenía su propio estilo, que siempre admiré”, dijo Vella en una breve entrevista.
Otras cuatro personas que murieron fueron identificadas el martes como Katherine Goldstein, de 64 años; Jacquelyn Sundheim, de 63; Stephen Straus, de 88; y Nicolás Toledo Zaragoza, de 78. Todas las víctimas eran de Highland Park, excepto Toledo, quien estaba visitando a su familia en la ciudad desde Morelos, México. Las autoridades aún no han identificado a la séptima víctima.
Las semblanzas de algunos de los fallecidos empezaron a aparecer el martes mientras los investigadores seguían buscando pruebas en el tiroteo en el que murieron al menos siete personas y 30 resultaron heridas.
Straus, asesor financiero de Chicago, fue uno de los primeros espectadores en llegar al desfile y acudía todos los años, dijeron sus nietos.
Los hermanos Maxwell y Tobias Straus describieron a su abuelo como un hombre amable y activo al que le gustaba caminar, montar en bicicleta y asistir a eventos comunitarios. “Por la forma en que vivía la vida, se diría que todavía era de mediana edad”, dijo en una entrevista Maxwell Straus.
Los dos hermanos recordaron las cenas de los domingos por la noche con sus abuelos como una de sus tradiciones favoritas. Contaron que comieron con él la noche anterior a su asesinato. “La cultura de las armas en Estados Unidos está matando a los abuelos”, dijo Maxwell Straus. “Es terrible”.
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Sundheim, por su parte, era una integrante “muy apreciada” del personal de la Congregación Israel de North Shore, donde había trabajado durante décadas, dijo la sinagoga reformista en su sitio web. Sundheim enseñaba en el preescolar de la sinagoga y coordinaba eventos como las ceremonias del bar mitzvá y bat mitzvá.
“El trabajo, la amabilidad y la calidez de Jacki nos conmovieron a todos”, escribieron los responsables de la sinagoga en un mensaje en su página web. “No hay palabras suficientes para expresar la profunda pena que sentimos por la muerte de Jacki y la simpatía por su familia y sus seres queridos”.
Toledo fue asesinado en lo que según su nieta de 23 años, Xochil Toledo, iba a ser un “divertido día familiar” que “se convirtió en una horrible pesadilla para todos nosotros”. A través de una página de GoFundMe destinada a recaudar dinero para los gastos del funeral de Toledo, Xochil Toledo dijo que su abuelo era un “hombre cariñoso, creativo, aventurero y divertido”. “Como familia estamos destrozados”, dijo.
Toledo había venido a Illinois a visitar a su familia hace unos dos meses, según el diario Chicago Sun-Times. Sus familiares querían que se quedara de manera permanente debido a las heridas que había sufrido tras ser atropellado por un coche hace un par de años durante una visita anterior a Highland Park.
El periódico informó el lunes que fue alcanzado por tres balas y que murió en el lugar de los hechos. No estaba seguro de querer asistir al desfile debido a la gran cantidad de gente y a su movilidad limitada, que le obliga a utilizar una andadera, pero Xochil Toledo comentó que la familia no quería dejarlo solo.