Es importante contar con este tipo de protección durante todo el año, pero sobre todo durante la temporada primavera-verano.
Si bien se debe usar protector solar todos los días del año, es aún más importante durante el verano cuando los días son más largos, el sol más potente y es más fácil pasar más tiempo al aire libre. Al escoger el protector solar, asegúrese de leer la etiqueta antes de comprarlo. Los reglamentos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) requieren que las etiquetas cumplan con determinadas pautas. Esta guía de la Sociedad Americana del Cáncer puede ayudarle a entender los términos.
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Escoja un protector solar con protección de “amplio espectro”. Los protectores solares con esta etiqueta brindan protección tanto contra rayos ultravioleta tipo A (UVA) como los del tipo B (UVB). Todos los productos de protección solar brindan protección contra los rayos UVB, los cuales son la causa principal de las quemaduras de sol y cánceres de piel. Sin embargo, los rayos UVA también contribuyen al cáncer de piel y al envejecimiento prematuro de la piel. Únicamente los productos que pasan una determinada prueba pueden etiquetarse como de “amplio espectro”. Los productos que no son de “amplio espectro” deben tener una indicación que solo brindan protección contra quemaduras de sol, no contra cáncer ni envejecimiento de la piel.
Asegúrese de que su protector solar tenga un factor de protección solar o SPF (por sus siglas en inglés) por lo menos de 30. El número SPF (o FPS) es el nivel de protección que el protector solar brinda contra los rayos UVB. Entre más elevado sea el SPF mayor es el nivel de protección, pero cuanto más alto es el número, menor es la diferencia. Los protectores solares con SPF 15 filtran aproximadamente 93% de los rayos UVB, mientras que los protectores solares con SPF 30 filtran aproximadamente el 97%, los protectores solares con SPF 50 filtran alrededor del 98% y los que tienen SPF 100 aproximadamente el 99%. Ningún protector solar le brinda protección total. La FDA requiere que todos los protectores solares con SPF por debajo de 15 tengan una advertencia que indique que protegen únicamente contra las quemaduras de sol, no contra cáncer ni envejecimiento de la piel.
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“Resistente al agua” no significa “a prueba de agua”. Ningún protector solar es a prueba de agua ni “a prueba de sudor”, no está permitido que los fabricantes afirmen que lo son. Si la etiqueta frontal de un producto afirma que este es resistente al agua, la misma debe especificar si dura por 40 minutos u 80 minutos al nadar o transpirar. Para obtener mejores resultados, vuelva a aplicar al menos cada 2 horas e incluso con mayor frecuencia si está nadando o transpirando. El protector solar por lo general es eliminado al secarse con la toalla, de modo que necesitará aplicar más protector.
Otras maneras de mantenerse protegido del sol
Además de escoger el protector solar adecuado y de usarlo correctamente, siga estos pasos para ayudarle a proteger su piel del daño solar que puede causar envejecimiento prematuro y cáncer de piel.
Cúbrase. Al estar al aire libre bajo el sol, use ropa y un sombrero de ala ancha para proteger la mayor cantidad de piel posible. Proteja los ojos con lentes de sol que bloqueen como mínimo el 99 por ciento de la luz ultravioleta (UV).
Busque la sombra. Limite su exposición directa al sol, especialmente entre el horario de las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos UV son más fuertes.
Evite las cabinas de bronceado y las lámparas solares. Ambas alternativas pueden causar daños graves en la piel a largo plazo y contribuir al cáncer de piel.