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Octubre de 2024
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Revista

Gilda: historia de la cantante que fue maestra jardinera y el pueblo la hizo santa

Con tan solo 34 años Myriam Alejandra Bianchi falleció el 7 de septiembre de 1996 en un siniestro vial en la provincia de Entre Ríos. Gilda perdura en la memoria del cancionero popular y se afianza como una santa pagana.

07/09/2021

Hace 25 años fallecía una de las cantantes más populares que haya conocido la movida tropical en toda su historia. Myriam Alejandra Bianchi, aquella maestra jardinera que pasó a la eternidad por su icónico nombre de Gilda, se convirtió en canción, película, documentales, milagros y altares religiosos.

Con tan solo 34 años el 7 de septiembre de 1996, moriría prematuramente como consecuencia de un accidente vial en la provincia de Entre Ríos.

Le dio tantas alegrías a los sectores populares y motivos para bailar en aquellos año en los cuales el neoliberalismo reunía a las familias en las famosas ollas populares. El hambre y la desigualdad se resistía al ritmo de la cumbia de aquella mujer que vivía en el barrio porteño de Villa Devoto.

Foto: Gisela Vola. Foto: Gisela Vola.

Conjugando lo divino con lo real, antes del deceso de Gilda ya comenzaban a tomar fuerza los testimonios de sanaciones y milagros "generados" gracias a ella. Se dice que en la provincia de Jujuy aconteció el primer milagro. Gilda estaba ofreciendo un recital en San Salvador cuando vio a una niña llorar desconsoladamente. La cantante se percató rápidamente de la mirada penetrante de la criatura, mientras seguía con el concierto. Al finalizar la actuación, golpearon al motor home de la artista una mujer mayor junto a su nieta, que no era otra que la chiquita que lloraba hacía minutos. Gilda la abrazó, recuperando aquella empatía ganada como maestra jardinera. En ese momento se enteró que la criatura le hacía escuchar sus canciones a su madre internada en grave estado para que alegrara y sanara. La niña estaba convencida que esa sería la mejor medicina. Al tiempo, la mujer curó ante la sorpresa de los médicos quienes habían evaluado el peor final.

A pesar de las peticiones que le realizaban sus seguidores que la presenciaban en sus giras por todo el país, ella un tanto incómoda ya que no abrazaba la idea de las supersticiones accedía a los petitorios "milagrosos".

Se le atribuyen cientos de milagros. Se le atribuyen cientos de milagros.

En el atardecer del 7 de septiembre de 1996, Gilda se dirigía por la ruta 12 hacia la ciudad de Concordia, en la provincia de Entre Ríos, donde esa noche ofrecería un concierto. Alrededor de las 19, la cantante dormitaba en el ómnibus en el que viajaba junto a su banda de músicos liderada por su pareja Toti Giménez, su madre y su hija. Su hijo Fabrizio había quedado en Buenos Aires, al cuidado de su padre.

Cuando el micro transitaba a la altura del kilómetro 129, en jurisdicción de Ceibas, se encontró con un camión de frente que venía en dirección contraria tratando de pasar a otro acoplado. El chofer del micro dio un volantazo hacia la banquina, pero un desnivel de cemento lo hizo rebotar hacia el camión, impactando ambos vehículos de manera frontal.

En la tragedia fallecieron Gilda, su madre Tita y su hija Mariel, tres músicos y el chofer. Nada se pudo hacer para reducir el número de víctimas. La oscuridad del lugar complicó la tarea de los rescatistas. Con las primeras sombras de la noche, nacía el mito popular.