No se hará la recepción de los peregrinos e invitan a adaptar la celebración. El Arzobispado descarta sacar las imágenes en vehículos el 15 de septiembre.
La fiesta en honor a los patronos de Salta, el Señor y la Virgen del Milagro, está cada vez más cerca. A menos de un mes, la esperanza de poder retomar el Pacto de Fe que se celebra hace más de 300 años se reavivó. Si bien rechazaron la reciente propuesta de que el 15 de septiembre se haga una caravana, desde la Catedral analizan otras posibilidades. Buscarán retomar la celebración, aunque reconocen que este año tampoco será como antes de la pandemia.
"Vamos a presentar las ideas que tenemos para la procesión en los próximos días. Nos reuniremos con el ministro de salud, Juan Esteban, y la Central Operativa de Control y Seguimiento (COCS)", especificó Daniel Ochoa, vicario de la Catedral que evitó dar especificaciones sobre las propuestas. De no llegar a un acuerdo, este sería el segundo año en el que la convocante celebración se haría a puertas cerradas. "Vamos a dialogar", dijo el sacerdote.
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Hace unos días, desde el Ejecutivo provincial se lanzó la posibilidad de realizar la procesión mediante caravana en vehículos, pero desde el Arzobispado descartaron esa posibilidad. "Los que somos del santuario sabemos del peso, la dimensiones y fragilidad de las imágenes. Es casi improbable que salgan en un vehículo, por un lado por las imágenes que tiene 350 años y por el cuidado de la gente", advirtió el servidor del santuario que además recordó que el Señor del Milagro data de 1592.
Más allá del rechazo de la opción oficial, desde la Catedral interpretaron la propuesta como una apertura al diálogo de parte del Gobierno.
"Ojalá podamos hacer la procesión", dijo el arzobispo Mario Cargnello cuando se entronizaron las imágenes. En los últimos años se hablaba de la participación de 800 mil fieles. Al tratarse de una masiva ceremonia, las tratativas serán un tire y afloje. "En estas circunstancias no nos imaginamos con una procesión como lo fueron los años anteriores. Vamos a discutir modos que eviten la masividad de la recurrencia en el evento", destacó Ochoa.
En medio de la incertidumbre, lo que sí está confirmado es que no se hará la recepción de los peregrinos. Cada 13 y 14 de septiembre la llegada de los peregrinos que llegaban desde diferentes puntos de la provincia luego de caminar durante días, era la antesala de la tradicional ceremonia religiosa. Con los años, la recepción que llegó a ser hasta un despliegue de diferentes expresiones culturales -como los sikuris de San Antonio de los Cobres-, comenzó a ser cada vez más convocante y se asegura que en los últimos años se recibieron cerca de 50 mil peregrinos.
Consultado sobre cómo harán para mantener a raya las fervientes expresiones, Ochoa indicó que el arzobispo Mario Cargnello coordinará con los párrocos del interior un Milagro adaptado: "Alentaremos que las comunidades del interior puedan celebrar el milagro. El arzobispo instará a los párrocos a que inviten a rezar la novena y la renovación del pacto de fidelidad en sus comunidades", explicó Ochoa.
El religioso reconoció que la decisión de suspender por segundo año consecutivo la recepción de los peregrinos despertó adhesiones y oposiciones. "Todos queremos ver a los peregrinos llegar a la Catedral", lamentó el vicario que a la par destacó que "la Catedral está abierta. Se celebran misas con presencia de fieles. Cualquier ciudadano podrá ingresar y las puertas están abiertas" indicó y desligó posibles responsabilidades en caso de que algún grupo de personas decidan ir hacia la Catedral.