Es una práctica que fue creciendo desde el inicio de la pandemia al calor de las redes sociales y de la apuesta por nuevas relaciones.
Conoces a alguien, intercambias números de teléfono, tienes varias citas, empiezas una relación, todo parece ir bien y de repente... silencio.
Sin previo aviso, esa persona deja de contestar tus mensajes de texto y tus llamadas. Simplemente desaparece de tu vida sin dar ningún tipo de explicación.
Si has vivido algo parecido has sido víctima de lo que en inglés llaman ghosting, palabra que se traduciría como "hacerse el fantasma" y que ha ido ganando popularidad en los últimos tiempos, siendo elegida como uno de los vocablos de 2015 por el diccionario británico Collins.
El acabar una relación de la noche a la mañana, cortando todo tipo de comunicación, no es nada nuevo, aunque según los expertos las nuevas tecnologías han hecho que ahora sea una práctica más común.
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En una época en la que muchas relaciones de pareja empiezan a través de páginas de internet y de aplicaciones para celulares, el ghosting es algo a lo que cada vez más personas deben hacer frente.
Los expertos en psicología advierten que el ghosting tiene consecuencias tanto para quien lo sufre como para quien lo practica.
El primero ve su autoestima dañada y tiene que atravesar el periodo de duelo que conlleva el fin de una relación, sin tener todas las respuestas sobre los motivos de la ruptura.
El segundo, si se trata de una relación consolidada, tendrá que hacer frente a los remordimientos y al sentimiento de culpa por haber dejado a alguien de esta manera.
Los expertos sostienen que en algunos casos los que practican el ghosting tienen miedo al conflicto, evitando a toda costa los enfrentamientos, incluyendo el tener que decirle a alguien a la cara que se quiere poner fin a una relación.