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Opinión y Actualidad

La sociedad en red: una construcción social fortalecida por la pandemia

El final del año 2019 y durante todo los meses que han transcurrido del año 2020, han servido a la tecnología y a las comunicaciones virtuales denominadas como redes sociales, para fortalecerse en un proceso sistemático de acostumbramiento y adicción que son preocupantes.

27/01/2021

Por Gabriel Alejandro López Pepa: 

Técnico en Información Económica y Social - Investigador (UNSE-FHCSyS-CEDEP) - Tesista de la Lic. en Sociología. (FHCSyS-UNSE).

A lo largo de las teorías que tratan temáticas en referencia a la sociedad, existen algunas que hablan sobre una sociedad en red, como lo es el caso del Castells, quien con una vasta investigación afirma que mediante el tiempo y a mediados de los años transcurridos en la década de 1990, el mundo ha mutado debido a la globalización.

La globalización, es un proceso económico, tecnológico, político, social y cultural a escala mundial que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo, uniendo sus mercados sociales a través de una serie de transformaciones sociales y políticas.

Definida la globalización, podremos decir que esta construcción cultural que abarca a todos, surge mediante la tecnologización del mundo, el cual se ha transformado debido a las formas de comunicación y las herramientas mediante las cuales los seres humanos se comunican.

La aparición de celulares de alta gama o computadoras mediante las cuales usuarios conocen y recorren el mundo de forma virtual e interactúan entre diversos países, cambió estructuralmente las formas o maneras mediante las cuales las personas tenían la posibilidad de establecer un contacto con otros.

Twitter. Twitter.

Los “otros” se transformaron en nosotros y los procesos de aculturación, cambiaron sistemáticamente las costumbres y vivencias en la cotidianeidad de las personas, la sociedad red está conformada por una estructura social, compuesta por redes activadas por tecnologías digitales de la comunicación y la información basadas en la microelectrónica, es decir, en los procesos que se llegan a aplicar a una secuencia para el resultado final.

Muchos autores como García Canclini sostendrán que mediante el paso de muchos procesos sociales donde se establecieron movimientos significativos en las prácticas de las personas, estas perdieron sistemáticamente sus rasgos mantenidos mediante las barreras de lo físico lo cual se ha perdido en lo virtual.

PANDEMIA 2020: PRESOS DE LA RED

El final del año 2019 y durante todo los meses que han transcurrido del año 2020, han servido a la tecnología y a las comunicaciones virtuales denominadas como redes sociales, para fortalecerse en un proceso sistemático de acostumbramiento y adicción que son preocupantes. 

La salud de nuestro cerebro necesita descansos para no generar estrés, pero el teletrabajo sumado a el aislamiento por la pandemia de COVID-19 por la cual atraviesa el mundo actual, sembraron de enfermedades y trastornos mentales a las personas en sus domicilios particulares.

Según las encuestas a nivel mundial el uso de las nuevas tecnologías y de redes sociales se ha incrementado en forma permanente y los jóvenes son el principal foco de atención de las grandes compañías tecnológicas. Estos jóvenes pueden pasar entre 12 y 15 horas diarias frente a la pantalla de su celular, lo cual convierte a la serie “Black Mirror” en una buena parodia de la realidad diaria actual.

La pandemia y el virus han encerrado a los seres humanos, quienes se divertían en parques ahora deben atravesar la experiencia de pasar casi las 24 horas del día en sus casas, con su familia y realizando el 80% de sus actividades diarias mediante una computadora, celular o tablet.

El teletrabajo, no fue una cuestión de debate en muchos países del mundo hasta que sucedió la pandemia y hasta que hizo falta poder regular las relaciones entre empleadores y empleados que además sufren los embates que ya venían padeciendo por contar en muchas partes del mundo con cuestiones de desigualdad estructural, por condiciones de contratación precaria y trabajo insalubre.

Se podría decir de forma critica que los seres humanos pasamos de ser “libres” (en sentido figurado y dejando de lado debates constitucionalistas) para pasar a ser esclavos o presos de un sistema de redes sociales que nos oprime haciéndonos creer que nos entretiene.

NO TE CONECTES

Muchos teóricos a nivel mundial y profesionales que fueron CEOS y trabajaron en las grandes compañías de tecnología, como ser Facebook, Instagram, Twitter, Pinterest, entre otros, comenzaron campañas sistemáticas a fin de poder establecer un lema común “no te conectes”. De hecho la aplicación de esta regla la encuentran en sus propios hijos. Un documental denominado “El Problema de las Redes”, devela las diversas problemáticas y dilemas en torno a las redes sociales.

Nosedive. Nosedive.

Si analizamos hermenéuticamente el concepto de red nos daremos cuenta de que una red en la pesca puede aplicarse para atrapar peces que cuando son sacados de su hábitat natural se ahogan hasta asfixiarse y morir. Las personas análogamente pasan por un proceso parecido, son atrapados por publicidad y entretenimiento que desvía su atención y los atrapa, sacándolos día a día de sus obligaciones, familiares, amigos y pareja y mata todo tipo de relaciones cara a cara.

EL CUERPO EN LAS REDES

La obsesión de las y los jóvenes por mostrar sus vidas en redes sociales los ha llevado a estar en muchos casos disconformes con sus cuerpos. Muchas jóvenes permanentemente comparten fotos y videos exponiendo su cuerpo en redes sociales de diversa índole. Es el caso de Facebook, Instagram y en incremento Tik Tok, aplicaciones con gran caudal de personas jóvenes que tras buscar atención o aceptación se vuelcan a este mundo cibernético y construyen perfiles que los atrapan permanentemente.

La cuestión está dada por la criticidad que ponemos al uso de estas redes en una etapa tan compleja como lo es la adolescencia, donde los jóvenes buscan la permanente aceptación de pares que con el avance de la tecnología, lo harán o no a través de un celular o tablet.

El compromiso social que debemos tener como integrantes de una sociedad globalizada es el uso racional y responsable de herramientas que pueden tranquilamente transformarse en armas. Es decir las redes sociales han ayudado en mucho a las personas a vincularse y establecer nuevas formas de sociabilidad y comunicación, pero también pueden en alguna medida ser usadas para cuestiones delictivas y discriminatorias.

TROLLS, UN ENEMIGO CADA VEZ MAS RECURRENTE

Si bien las redes sociales cada vez establecen mayores controles respecto de la veracidad de cuentas o perfiles en sus plataformas, muchas personas siguen de una u otra forma engañando al sistema. Es decir que siguen existiendo personas que bajo nombres ficticios, extraen fotos y videos de otras personas para poder ganar popularidad o simplemente descargar sus emociones. La gravedad del asunto cuenta con un debate profundo hacia dentro de las compañías, aunque no parece a los usuarios interesarle demasiado, es más importante tener muchas reacciones, comentarios y veces compartidas, que analizar el impacto de las cuentas falsas denominadas “trolls” en el funcionamiento de las redes.

Las campañas políticas a nivel mundial, como el caso de Barack Obama o Donald Trump, tuvieron como protagonistas centrales a cuentas que replicaban incesantemente información y propaganda electoral, además de la utilización de datos e información de todos los perfiles para las plataformas de campaña.

Los fenómenos que muchas veces generan esta clase de cuentas falsas son los denominados ataques masivos, donde muchas cuentas atacan a una sola persona, famosa o no, que sufre los embates de este sistema aceitado y muy utilizado.

Otra de las estrategias mayormente utilizada es la generación de “Fake News” (noticias falsas) que forman opinión y desinforman a la población, generando grandes conflictos que se trasladan muchas veces desde las redes al mundo real y pueden llegar a generar hasta tragedias.

UNA NUEVA FORMA DE TRABAJAR

En el abanico de posibilidades que presentan las redes sociales, se encuentran la de cientos de jóvenes que mediante el streaming han formado trabajos estables. El entretenimiento televisivo o cinematográfico se ha visto impactado por personas de la vida real que transmiten todos los días sus experiencias cotidianas o simplemente juegan frente a una pantalla.

Los monólogos que estaban reservados a artistas en obras de teatro o televisión, ahora se pueden encontrar fácilmente en Facebook, Instagram, YouTube o plataformas como BigoTv o NimoTv.

Muchas de las plataformas se usan para realizar tutoriales de cómo hacer o lograr hacer manualidades y artesanías, comidas entre otras cosas. Otros simplemente están abocados a la instalación de programas o juegos.

La variedad de temáticas que encontramos en los denominados “influencers” o streamers es tan vasta, que las grandes compañías televisivas han adoptado para sus medios masivos de comunicación a las redes sociales como una buena forma de alcanzar captar la atención de los usuarios.

Conectividad. Conectividad.

UNA CRÍTICA CONSTRUCTIVA

El debate sobre el uso de las redes sociales debe estar presente en todos los entornos de la vida social de las personas, como una herramienta sistemática hacia el mejoramiento de la vida virtual. El presente artículo hace hincapié en muchas cuestiones negativas que quedan pendientes cuando pensamos en las plataformas virtuales y que aquejan a cientos de miles de personas en el día a día.

No se pretende estigmatizar el uso de las redes, ya que estamos inmersos en ello y todos en la actualidad de una u otra forma recurrimos a las mismas para buscar información, generar información, vincularnos o simplemente trabajar o entretenernos, más bien lo que se busca es generar interrogantes que generen debates donde muchos investigadores encuentren en el Siglo XXI respuestas a algunos problemas planteados por el uso sistemático de las redes sociales.

La sociedad en red continúa incrementándose y las posibilidades de debate en torno a las redes sociales también, esto resulta positivo para la investigación y los investigadores/as que nutrirán las pantallas con mayor información y descubrimientos.