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Locales

Importante hallazgo de restos fósiles en el cauce del Río Dulce

Los restos serían de un Megatherium (perezoso gigante), un mamífero de más de 3.000 kilogramos, extinto hace más de 8.000 años.

17/12/2020

El Dr. en arqueología Diego Catriel León (INDES - CONICET / UNSE), informó que recibió fotos del importante hallazgo, que se tratan efectivamente de restos fósiles de vertebrados de gran tamaño; un sacro y un hueso largo

Se consultó sobre las fotos a los paleontólogos Dr. Andrés Rinderknecht del MNHN de Montevideo-Uruguay y al Dr. Raúl Vezzosi del CONICET-Argentina y ambos profesionales coincidieron con la opinión del Dr. León y ajustaron las determinaciones antomo-taxonómicas. 

Del Sacro observaron que se encontraba fusionado a parte de la cintura pélvica (cadera / pelvis) con la parte final de la columna vertebral–Sacro-. Muy probablemente estos restos corresponderían a un Megatherium sp. (Megaterio) una clase de perezoso gigante, el cual se encuentra extinto hace más de 8000 años. Fue un mamífero que medía alrededor de 6 metros y pesaba más de 3.000 kilogramos.

El Megatherium podría haber medido alrededor de 6 metros y pesar más de 3 mil kilos. El Megatherium podría haber medido alrededor de 6 metros y pesar más de 3 mil kilos.

El hueso largo fue determinado por estos profesionales como probablemente un radio (hueso que corresponde al esqueleto apendicular anterior, es decir parte del brazo de un animal), también de un vertebrado de gran tamaño.

El pasado 16 de diciembre, los profesionales se dirigieron a la casa de David Melian, en Los Nuñez (Departamento Capital), quien tenía en su posesión ambos fósiles para hacer entrega al director (Lic. Alejandro Yocca) de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la provincia. 

Melián los llevó al lugar de hallazgo de ambos fósiles, denominado La Isla de Aragones, en el Río Dulce. Indicó el lugar específico, en el lecho del río que al encontrarse muy bajo en una parte esos restos habían quedaba al descubierto. 

En dicho sector del río se encuentran barrancas de más 10 metros de altura y en ellas se observan sucesiones de estratos fluviales (es decir, sedimentos que se corresponden con depósitos acumulados por el río) y probables suelos antiguos. 

El hallazgo fue posible gracias a la baja del agua. El hallazgo fue posible gracias a la baja del agua.

Al considerar las características de ambos fósiles y el lugar de hallazgo puntal se puede concluir provisoriamente, y hasta tanto no se profundicen las investigaciones, que el lugar en que se encontraron ambos restos no se corresponde con el lugar de muerte de los animales o el animal portador de esos huesos. Que el lugar en que se recuperaron estos huesos es un lugar de depositación secundario. Es decir, que el o los animales murieron en otro lugar,

sus restos fueron enterrados y luego, quizá, el propio río re expuso esos restos y los arrastro y depositó hasta el lugar en que Melián los encontró. 

Respecto a la antigüedad de estos restos, los 8000 años antes del presente como edad mínima probablemente no aplique para estos fósiles, ya que se encontraban muy mineralizados y por tanto sean mucho más antiguos.