Se llama Marcos Paulo Da Silva. Lo encarcelaron en 1995 y durante su estadía en prisión asesino a 48 compañeros.
Se trata de un preso brasileño que fue encarcelado en 1995 por un robo, pero durante su estadía de 25 años en prisión asesino a otros 48 prisioneros.
Da Silva fue diagnosticado con psicosis y en varias ocasiones ha hecho público su orgullo por haber matado a esas personas, a quienes llega a considerar enemigos.
Según la Secretaría Estatal de Administración Penitenciaria de Sao Paulo, Lucifer fue condenado a 217 años y tres meses de prisión por haber cometido seis homicidios en la cárcel. Además, se espera que reciba una nueva sentencia por haber ordenado la muerte de otros dos presos en el 2015.
En el 2009 fundó la hermandad Resgate do Bonde Cerol Fininho, una agrupación criminal creada para enfrentarse a los integrantes del grupo Primer Comando de la Capital (PCC), considerada una de la asociaciones delictivas más grande de Sudamérica.
Diversos informes penitenciarios describen que el grupo tienen reglas respecto a cómo proceder en cada uno de sus asesinatos, las cuales consisten en decapitar a las víctimas y arrancarles las vísceras.
Asimismo, después de las ejecuciones, los responsables también deben escribir el nombre Cerol Fininho en las paredes de las celdas con la sangre de sus víctimas, según el reglamento redactado por el propio Da Silva.
“Cuando él llega a una cárcel, es cuestión de tiempo para que comience a matar y cometer actos de barbarie contra los demás presos. Necesita tratamiento urgente”, comentó un custodio del centro penitenciario Presidente Venceslau, ubicada en el estado de San Pablo, a medios locales.
Aunque hay un hecho curioso. Al ingresar a prisión, "Lucifer" se unió al PCC y permaneció en el grupo hasta mediados del 2008, ya que consideró que esta tuvo un mayor interés por el lucro y abandonó su lucha a favor de la población carcelaria.
En una declaración para la justicia, en la cual confirmó haber matado a 48 presos confesó: "Fui usado por el PCC para exterminar presos. Pero no me arrepiento de matar a aquellas personas, porque era una lucha justa. Había muchos violadores y ladrones que robaban dentro de la prisión".
De acuerdo con el estatuto de Cero Fininho. su objetivo es “acabar con los tiranos que usan sus fuerzas para oprimir a los más débiles, especialmente a PCC, TCC, ADA y SS (otros grupos criminales)”. Y su lema es: “Lealtad, justicia, guerra y muerte”.
Marcos Paulo da Silva recibió el apodo de Lucifer por un tatuaje que posee con la frase “Lucifer es mi protector”. Asimismo, en su cuerpo hay otras imágenes como tridentes, demonios, calaveras y una esvástica nazi.
Para los psicólogos del sistema penitenciario paulista, la “alta peligrosidad de Lucifer no se debe a una enfermedad mental, sino a un trastorno de personalidad antisocial”.
En septiembre de 2011, por ejemplo, asesinó a cinco reos en la penitenciaría de Serra Azul, también de San Pablo, y mientras cometía este acto gritaba: “¡Cómo me gusta esto, quiero matar más presos!”.
Silva ha pasado por diversas cárceles a lo largo de los años. En enero de 2018 fue enviado a Catanduvas, en donde se mutiló varias veces zonas como los brazos, las piernas y el vientre.
Allí fue diagnosticado con trastorno de personalidad, psicosis y se determinó que requiere un tratamiento especializado, que nunca comenzó. En julio de este año volvió a la cárcel Presidente Venceslau.