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El increíble túnel de Guoliang, cavado a mano en la montaña

Fue hecho por residentes de un pueblo semi aislado en las montañas, y con el tiempo se convirtió en un importante atractivo turístico.

29/07/2020

El extraordinario paisaje de acantilados de las montañas Taihang, en la provincia china de Henan, es escenario de una construcción no menos extraordinaria: el llamado Túnel de Guoliang es una impresionante ruta cavada en la roca al borde de altos precipicios que lleva al pueblo de Guoliang.

Más allá de lo fantástico del paisaje, lo más impresionante es la ruta en sí, y cómo fue construida: fue cavada a mano en la dura roca de la montaña por un grupo de pobladores de Guoliang que querían un camino que sorteara la incomunicación de su pequeña villa, ubicada en un valle rodeado de altas montañas.


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El nombre del pueblo -tiene más de 2.000 años de historia- homenajea a un hombre que vivió en épocas de la dinastía Han (entre el 206 ac y el 220 dC) y lideró una revuelta de campesinos.

Antes de la construcción de esta carretera, el único acceso a Guoliang era a través de unas empinadas escaleras de 720 escalones tallados en la ladera de la montaña, conocidas por muchos como “escaleras del cielo”, que eran muy peligrosas. Para los habitantes de Guoliang, salir al “mundo exterior” era una aventura de riesgo.

La única escuela estaba al pie de las montañas, por lo que los alumnos tenían que bajar y subir cada día. Pero un día de invierno en que caía una copiosa nevada, una niña de 10 años murió al resbalar y caer por el precipicio.

El trágico accidente hizo que las autoridades y los habitantes tomaran la decisión de construir un camino, y en 1972, un grupo 13 de pobladores, liderados por Shen Mingxin, iniciaron la faraónica tarea, aprovechando inicialmente un pequeño túnel del ancho de una puerta y espacio apenas para tres personas de pie.

Al principio la tarea fue durísima; utilizaban herramientas rudimentarias y en los primeros tres días apenas lograron ganar un metro de profundidad.

Pero perseveraron, y con el tiempo, lograron cavar un túnel de 1,2 kilómetros de largo, 5 metros de alto y 4 de ancho, para poder entrar y salir de su pueblo no solo a pie, como hasta entonces, sino también en vehículos.

Cinco años más tarde lograron inaugurarlo: el 1 de mayo de 1977, y además de facilitar sus relaciones con el resto del país, se beneficiaron con la apertura turística del país, ya que su obra se convirtió en un importante atractivo turístico para visitantes no solo de China, sino de todo el mundo.

Eso sí, la obra inicial, hecha a mano, no era lo suficientemente segura, por lo que más tarde fue consolidada y mejorada con maquinarias para brindarle más seguridad, como paredones de piedra del lado del precipicio y apuntalamientos para evitar derrumbes.

Pese a que es considerada una de las rutas más peligrosas del mundo, el túnel hoy es lo suficientemente ancho como para permitir el paso de autos e incluso buses pequeños y medianos.

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