El origen del arma fue ubicada en la región de Anatolia oriental, hoy Turquía. Por los análisis químicos determinaron que tiene 5.000 años de antigüedad.
Una espada de 5.000 años de antigüedad fue descubierta en un monasterio armenio de la ciudad italiana de Venecia, de acuerdo a un comunicado emitido este viernes por la Universidad Ca' Foscari.
Fue durante una visita al Museo de San Lázaro de los Armenios que Vittoria Dall'Armellina, estudiante de doctorado y especialista en la evolución de estas armas en el Medio Oriente antiguo, halló la espada en una colección de objetos medievales.
Debido a sus conocimientos sobre el tema, notó la gran similitud que esta tizona guardaba con las encontradas en el Palacio Real de Arslantepe, en Turquía, que datan de hace 5.000 años y son consideradas las más antiguas del mundo.
Tras analizar la composición química del metal utilizado para fabricar el arma, se pudo comprobar que estaba hecha de bronce arsenical, lo que permitió a los investigadores datarla entre finales del siglo IV y principios del siglo III a. C., así como ubicar su origen en la región de Anatolia oriental, actualmente Turquía.
A diferencia de otras espadas del mismo periodo, tanto la hoja como la empuñadura carecían de decoraciones, inscripciones visibles o cualquier tipo de rasgo distintivo, por lo que se sospecha fue parte de una ofrenda funeraria.
De Anatolia a Venecia
Gracias a una nota escrita en armenio hallada en los archivos del museo, se sabe que la espada fue recuperada cerca de la ciudad de Trebisonda, en un lugar llamado Kavak (norte de Turquía) y llevada a Venecia a mediados del siglo XIX.
De acuerdo a este registro, el arma fue una donación hecha al padre Ghevond (Leonzio) Alishana, un famoso poeta, escritor y estudioso de la arqueología, por Yervant Khorasandjian, un comerciante de arte y coleccionista.