El viejo depósito de Mitholz, en el cantón de Berna, contiene 3.500 toneladas de municiones. Los costos estimados superan los mil millones de francos (más de 1.024 millones de dólares).
Los habitantes de la aldea suiza de Mitholz han sido informados de que corren riesgo de tener que ser evacuados de su localidad durante al menos una década, el tiempo necesario para desmantelar y limpiar un depósito de municiones desafectado que data de la Segunda Guerra Mundial.
En caso de llevar adelante la masiva evacuación, los preparativos para la operación también durarían cerca de una década, con lo que la evacuación de los 170 residentes se produciría a partir del 2031, precisó la titular de esa dependencia, Viola Amherd, en una reunión con los habitantes de Mitholz, el martes.
Los costos estimados superan los mil millones de francos (más de 1.024 millones de dólares).
El viejo depósito de Mitholz, en el cantón de Berna, que contiene aún 3.500 toneladas de municiones, se ha derrumbado parcialmente y numerosos explosivos quedaron sepultados bajo las rocas. Este sitio había explotado parcialmente en 1947, provocando la muerte de nueve personas, pero el riesgo de un nuevo estallido ha sido subestimado durante décadas, de acuerdo a un informe elaborado el año pasado por la Oficina Federal para el Medioambiente Enlace externo.
El ministerio de Defensa, que lanzó esta semana una consulta entre la población, estima que el riesgo actual es inaceptable y que una evacuación prolongada es la mejor solución.
“Los trabajos tendrán repercusiones en la población concernida y en las rutas de acceso”, advirtió el ministerio en un comunicado. “De acuerdo a nuestro conocimiento actual, se podría prever que el periodo de evacuación de los residentes incluso exceda los diez años, en función del desarrollo de las obras”, añade el texto.
Las carreteras vecinas tendrán que ser reforzadas o desviadas, y una vía de ferrocarril protegida de manera especial.
La consulta a la población, de unos pocos centenares de personas, finaliza el 17 de abril.
Si la evacuación se revela demasiado problemática, las autoridades podrían decidir cubrir el depósito con rocas, lo que reduciría de manera significativa los riesgos (en caso de explosión). Sin embargo, esta no es la posibilidad preferida por las autoridades ni por los residentes, quienes no desean heredar “un regalo tóxico a sus descendientes”, como dijo el gerente del proyecto, Hanspeter Aellig, en la reunión de las autoridades con los parroquianos, según consigna Swiss Info.
El ministerio de Defensa también indicó en su sitio en internet que miles de toneladas de municiones sin utilizar fueron arrojadas a los lagos suizos para desembarazarse de ellas, pero el riesgo de que exploten es “prácticamente nulo”.