Pese a que Siria está muy lejos de América del Sur, tomar mate se tornó una costumbre muy común entre sus ciudadanos en las últimas décadas.
Omar Kassab nació en Siria hace 53 años y desde pequeño toma mate.
El mate es una infusión con hojas de yerba mate, un árbol nativo de la selva Paranaense, que se extiende entre Argentina, Brasil y Paraguay.
Los argentinos, uruguayos, paraguayos y brasileños son los consumidores más conocidos de esta bebida en el mundo.
Sin embargo, pese a que Siria está muy lejos de América del Sur, tomar mate se tornó una costumbre muy común entre sus ciudadanos en las últimas décadas, como es el caso de Omar y su familia.
Tal es el interés sirio por la yerba mate que el país de Medio Oriente es el mayor comprador de ese producto en el mundo.
Pero ¿cómo llegó Siria a ser un gran comprador de yerba mate? Y ¿qué diferencias hay en la forma en que se consume?
Historia de migración
Omar es de Yabroud, una ciudad unos 80 km al norte de Damasco, la capital siria.
"Yo desde pequeño tomo mate. Tenía 4 ó 5 años y me acuerdo que mi tío viajaba de acá para allá y nos llevaba yerba. Toda la familia toma mate", le cuenta a BBC Mundo en conversación telefónica con un perfecto español.
Ese "de acá para allá" hace referencia a los viajes de su tío a Argentina en la década de 1970.
La llegada del tío de Omar al país sudamericano forma parte de la inmigración de sirios y libaneses que comenzó mucho antes.
Se calcula que ciudadanos de estos dos países de Medio Oriente comenzaron a asentarse en Argentina entre 1860 y 1870. Según los registros irregulares de la época, por ese entonces llegaron unas 600 personas.
"Dado que los árabes llegaban con sus pasaportes otorgados por el Imperio Otomano (1299-1922), no se establecían diferencias entre ellos y los turcos. (Fue recién) en el censo nacional de Argentina de 1947 que aparecen finalmente tanto los sirios como los libaneses", señalan las investigadoras Solène Bérodot y María Isabel Pozzo en "Historia de la inmigración sirio-libanesa en Argentina desde la perspectiva completa del métissage (mestizaje)".
El censo de 1947 refleja que los sirios que vivían en Argentina en ese momento eran 32.789 y los libaneses, 13.505.
"Los descendientes de árabes son hoy en día considerados como el tercer grupo de origen inmigrante en Argentina, después de los italianos y de los españoles", añade el informe publicado en 2011 por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), aunque subraya que el número exacto en la actualidad es difícil de obtener.
Esa migración de la comunidad sirio-libanesa a Argentina hizo que los intercambios culturales se produjeran en ambos sentidos.
"Desde su llegada a Argentina, los emigrados del Imperio Otomano se acostumbraron a tomar mate, y los que retornaron a sus tierras exportaron el hábito", señala la investigadora francesa Hélène Desmet-Grégoire en su "Nota preliminar al estudio del código de bebidas en las comunidades sirias y libanesas de Argentina" (Note préliminaire à l'étude du code des boissons dans la communautés syrienne et libanaise d'Argentine).
"A medida que fueron viajando, volviendo a visitar a las familias, a los hermanos, a los padres, fueron llevando un mate y un paquete de yerba como regalo", detalla por su parte Susana Yaeid, presidenta de la Federación de Entidades Argentina-Árabe.
Yaeid es argentina e hija de padres sirios que se establecieron en Argentina en 1932 y ella también toma mate.
"Llegaron por la mala situación que se vivía en Siria y con la idea de ayudar a su familia que quedó allá", le cuenta a BBC Mundo.
En busca de yerba mate
Tal fue la aceptación del mate en la cultura siria que la demanda de yerba en el país de Medio Oriente empezó a crecer.
"Yo llegué a Argentina por primera vez en 1986", cuenta Kassab. "Y vine porque tenía un hermano mayor y dos tíos que estaban aquí principalmente por la búsqueda de yerba".
"Al principio, comprábamos yerba a las empresas locales y mandábamos a Siria. Pero después nos mudamos acá para empezar a mejorar la calidad de la yerba", explica a BBC Mundo.
En la actualidad Omar Kabbab vive en Andresito, una localidad de la provincia de Misiones, en el norte de Argentina, y dirige la empresa Yerbatera Hoja Verde, una de las dos compañías sirias, además de varias otras argentinas, que producen y exportan yerba mate al país de Medio Oriente.
Argentina es en la actualidad el mayor productor y exportador de yerba mate en el mundo.
En 2019, el país cosechó más de 837 millones de kilos de hoja verde vendiendo en el mercado local 277 millones de kilos, según cifras del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM).
Durante el año pasado, Argentina exportó casi 40 millones de kilos de yerba, convirtiéndolo así en el primer país exportador del producto por encima de Brasil con 36 millones, según cifras del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior brasileño.
Vale aclarar que la exportación de yerba mate argentina al año representa un porcentaje muy pequeño en el total de las ventas de bienes del país.
"Las exportaciones totales de bienes de Argentina en 2019 alcanzaron los US$61.500 millones. Y las exportaciones de yerba mate rondan los US$60 millones. Por ende apenas representan 0,1% del total de bienes exportados en el país", le explica a BBC Mundo Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), de Argentina.
Lo que llama la atención de las exportaciones de yerba mate del país es que el 80% de ellas va hacia Siria y Líbano. El primero compró 31 millones kilos de yerba en 2019 y el segundo completó con unos 751.000 kilos.
Estos números convierten a Siria en el mayor importador mundial de yerba mate.
Uruguay lo sigue muy de cerca ya que es un gran consumidor de la bebida, pero no produce la hoja.
Uruguay le compró a Brasil, que es su principal proveedor, 30,5 millones de kilos de yerba mate en 2019, según datos enviados a BBC Mundo por Uruguay XXI, el organismo de promoción de inversiones, exportaciones e imagen de ese país, y la Secretaría de Agricultura de Brasil.
Sin embargo, que Siria sea el mayor comprador de yerba mate argentina no es nuevo.
"Esto sucede hace más de una década", detalla el presidente del INYM argentino, Alberto Re.
"Hay diferencia en la forma de procesamiento en la yerba mate entre Argentina y Brasil. Por suerte los sirios adoptaron la manera argentina", añade a BBC Mundo.
Re hace referencia a que Brasil procesa aun más la hoja de yerba mate para que sea más fina, mientras que la de Argentina suele ser más gruesa y algunas marcas la comercializan con pequeños palos de la misma planta.
Si bien las cifras de exportaciones se mantienen año a año, la guerra en Siria complicó la negociación del producto.
El conflicto bélico iniciado en 2011 ha causado devastación en muchas ciudades del país. Según datos de Naciones Unidas, 6,5 millones de sirios, de un total de unos 18 millones de habitantes, se convirtieron en refugiados en otros Estados mientras que 6,1 millones se vieron desplazados dentro del país.
Según datos brindados por el INYM, entre 2013 y 2017 hubo una merma en las exportaciones de yerba mate a Siria, pero en 2018 se normalizó el suministro y marcó un récord, con la compra por parte de ese país de 34,5 millones de kilos.
"Tuvimos serias dificultades hace unos tres años atrás cuando se hizo muy difícil la venta de yerba a Siria porque toda la cadena logística de abastecimiento al mercado se dificultó por los bombardeos. Pero ahora se ha calmado un poco", asegura el ingeniero Re.
Omar Kassab coincide: "La guerra afectó un poco, pero no se interrumpió (el comercio). Las situaciones de guerra siempre son pésimas por donde las mires".
Una costumbre con algunos cambios
La manera de tomar mate en Argentina, Uruguay y el sur de Brasil suele tener similitudes.
Se utiliza un recipiente (el mate), que originalmente era un calabacín (fruto de una planta) y que en la actualidad puede ser de varios materiales que pueden ser madera, cerámica o vidrio, por nombrar algunos.
Se le coloca la yerba mate y se le agrega agua caliente para luego chupar la bebida con una bombilla (generalmente de metal).
Existe una variante en Paraguay, conocida como "tereré", que consiste en tomar mate con agua fría.
Pero lo más importante de todo es que tomar mate es una ceremonia para compartir un momento con amigos y en familia. Y se utiliza el mismo recipiente y la misma bombilla para todos.
Si bien los sirios eligen yerba argentina para sus mates, muchos de ellos lo único que comparten es el agua caliente.
"El mate en Siria se toma igual que acá (por Argentina), pero en algunas zonas se toma de forma individual. Comparten la pava o el termo y cada uno tiene su bombilla", detalla Omar Kassab.
Y agrega que "se toma en vaso de vidrio porque es mucho más higiénico para poder sentir bien el gusto de la yerba".
En Siria, tomar mate también es una ceremonia en la que tiene que estar presente la yerbera, azucarera, una fuente, una taza pequeña para que cuando se lava la yerba, que es cuando pierde sabor, se cambia. También se acompaña con pistacho, semillas de zapallo, con algo dulce o salado.
¿Y cómo es un buen mate para un sirio?
"Un buen mate debe tener un buen gusto, que la yerba tenga cuerpo y que tenga mucha espuma. Un mal mate es amargo y se lava enseguida", describe Omar Kassab.