Pensó que tendría como mucho tres metros y ponerlo al lado de su pileta, pero la sorpresa llegó cuando vio que medía 6 metros.
Tener un hijo fanático de los dinosaurios no es fácil, sobre todo si no para de ver películas sobre ellos. Eso pasó con Theo, el hijo de cuatro años de Andre Besson obsesionado con la película de Disney Dinosaur, en concreto con el carnotauro.
El niño estaba loco por tener este dinosaurio y durante meses, estuvo diciendo: “Papá, quiero el Carnotauro más grande que hayas visto”. Los intentos por conseguir a este reptil fueron fallidos hasta que la madre del pequeño le recomendó preguntar al Tamba Park de Jersey, un parque temático de la isla vecina que estaba vendiendo sus dinosaurios. Explicó para BBC Sounds
Andre no se lo pensó dos veces e hizo todo lo posible para que se lo guardaran y no perderlo. Quería para su hijo el dinosaurio más grande que hubiese visto.
Mientras lo compraba pensó que tendría unos tres metros de largo y que quedaría genial al lado del jacuzzi, pero no descubrió lo que había adquirido hasta que la empresa de transporte se puso en contacto con él: resulta que habían hecho un trabajo titánico para sacarlo de Jersey, pero a la hora de meterlo en el camión, no cabía.
Aunque el regalo no fue barato (1180€), a Andre le dio igual porque él también es un amante de los dinosaurios, sobre todo de Jurassic Park. En cuanto a los vecinos, "piensan que estoy loco, pero que es genial, aunque no los he visto a todos", dijo en la entrevista para la BBC.
El regalo era para su hijo en navidad, pero debido a las dimensiones, era imposible entregarlo a tiempo, por lo que el parque envió a Dave, un dinosaurio más pequeño, aunque no menos feroz.
Pero no todo es color de rosa, el magnifico regalo trajo problemas a la casa: "Theo no quería ir a la escuela porque no quería dejarlo, pensó que estaría solo en casa, y quería llevarlo en la grúa amarilla, dijo Andre para la BBC, pero también añadió que su hijo "dijo que (el dinosaurio) tenía hambre, así que cocinamos palitos de pescado y lo alimentamos. Theo y Chaz son los mejores amigos: ¡tiene un dinosaurio mascota!
Sin duda es un regalo que Theo nunca olvidará.