X
Mundo

El mercado donde apareció el coronavirus vendía desde ratas hasta lobos

Ratas y crías de lobos “recién sacrificados” estaban a la venta en el exótico mercado chino donde apareció el coronavirus.

23/01/2020

El mercado de alimentos en el que apareció el mortal virus de China era un verdadero festival de fauna exótica que iba desde las crías de lobo hasta especies vinculadas a pandemias anteriores como las civetas, según la información de los vendedores y de los medios locales.

El Mercado de Mariscos de Huanan en la ciudad central de Wuhan fue objeto de un mayor escrutinio el miércoles, ya que los funcionarios chinos dijeron que el virus que hasta ahora ha matado a nueve personas e infectado a cientos podría haberse originado en un animal salvaje vendido en el emporio de alimentos.

En epidemias pasadas, ya se ha culpado a los animales salvajes: el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) se vinculó con el consumo de carne de civeta en China (un mamífero similar a un roedor), lo que arriesga una situación vergonzosa para las autoridades chinas, en caso de que se determine que la falta de supervisión en el tráfico de animales arrojó un nuevo brote.

Una lista de precios que circula por Internet en China para un negocio en el mercado de Wuhan enumera una colección de animales o productos de origen animal que incluye zorros vivos, cocodrilos, cachorros de lobo, salamandras gigantes, serpientes, ratas, pavos reales, puercoespines, carne de camello y otros animales de caza. Son 112 artículos en total.

“Recién sacrificado, congelado y entregado a su puerta”, decía la lista de precios del vendedor, cuyo negocio se llama “Cría de animales de caza para las masas”.

Gao Fu, director del centro chino para el control y la prevención de enfermedades, dijo el miércoles en Beijing que las autoridades creen que el virus probablemente provenga de “animales salvajes del mercado de mariscos”, aunque la fuente exacta sigue sin determinarse.

China prohíbe el tráfico de varias especies silvestres o exige licencias especiales, pero las regulaciones son poco estrictas en el caso de algunas especies si son criadas para fines comerciales.

La AFP no pudo confirmar directamente la autenticidad de la lista de precios. Las llamadas telefónicas al vendedor no fueron respondidas y los intentos de conectarse a sus cuentas de medios sociales fueron rechazados.

El Beijing News publicó el martes una foto que muestra la fachada de la tienda del mismo vendedor, ahora cerrada, mientras las autoridades con trajes blancos para materiales peligrosos se arremolinaban en la zona.

El periódico también citó a otros comerciantes diciendo que la venta de fauna silvestre tuvo lugar hasta que el mercado fue cerrado para la desinfección poco después del brote. Algunos de los primeros afectados por el virus, ahora conocido como el 2019 Novel Coronavirus (2019-nCoV), eran empleados del mercado.

La expansión del virus

Muchas especies exóticas todavía se consumen ampliamente en China u otros países asiáticos donde se consideran un manjar - como la civeta o algunas ratas o murciélagos - o por supuestos beneficios para la salud que no han sido probados por la ciencia.

Pero esto conlleva crecientes riesgos para la salud humana, dijo Christian Walzer, director ejecutivo del Programa de Salud de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, con sede en Estados Unidos.

Walzer dijo que el 70 por ciento de todas las nuevas enfermedades infecciosas provienen de la vida silvestre, y que la invasión del hábitat aumenta las posibilidades de que los patógenos se propaguen. “Los mercados de vida silvestre ofrecen una oportunidad única para que los virus se desborden de los huéspedes silvestres”, dijo.

“Es esencial invertir recursos no sólo en el descubrimiento de nuevos virus, sino también, y más importante, en la determinación de los impulsores epidemiológicos del derrame, la amplificación y la propagación de enfermedades infecciosas”.

Se cree que los murciélagos han engendrado el SARS, que en 2002-03 mató a cientos de personas en Asia, principalmente en China. El SARS también se encontró en las civetas de los mercados de vida silvestre en China, y muchos científicos creen que el virus de los murciélagos infectó a las criaturas y luego a los humanos que las comieron.

Después del SARS, China tomó medidas enérgicas contra el consumo de civetas y algunas otras especies, pero los conservacionistas dicen que el comercio continúa.

Hasta ahora, China se ha ganado los elogios por su apertura y manejo del actual brote, en marcado contraste con el SARS, cuando se le acusó de sofocar la información y de no cooperar con el resto del mundo.