La historia de una madre prolífica. Tiene 39 años y a los 13 ya tenía gemelos. Su padre la entregó en matrimonio a los 12 años a cambio de vacas y cabras.
Con tan solo 39 años, Mariam es madre soltera de 44 hijos en Uganda. En ella se han cebado con especial inmisericordia algunos de los principales problemas que afectan a las mujeres en este país africano: matrimonios de conveniencia de niñas, embarazos prematuros, maltratos y abandono. A esto se añade una fertilidad que le hace tener hijos de 2 en 2, de 3 en 3 e incluso cuatrillizos. Aun así, su único anhelo es conseguir para sus hijos lo que ella no tuvo: una educación y un futuro esperanzador.
El impactante relato biográfico de Mariam sirve en este documental como guía para conocer una de las facetas más duras y quizá menos conocidas de Uganda: las tremendas dificultades que afrontan las mujeres del país, en muchos casos completamente normalizadas por la cultura local.
Pero además, desde una mirada más analítica, esta abundante prole constituye un indicio del grado de sometimiento que alcanzan las mujeres en una sociedad en la que los matrimonios de conveniencia y los abusos sexuales son una realidad tan frecuente como degradante.
Mujeres como mercancía
El contexto social y cultural en el que Mariam desarrolla su vida es una parte absolutamente determinante en su peculiar historia. "Uganda es uno de los países con la tasa de matrimonios infantiles más alta del mundo", explica Margherita Kello, de la organización Plan International. Esta activista señala que "solo el año pasado, un millón de ugandesas sufrieron violencia sexual".
En los primeros compases de este documental, Kello describe transacciones matrimoniales efectuadas en mercados públicos en las que los padres reciben vacas a cambio de sus hijas. La propia Mariam ilustra esta práctica con su propia experiencia: "Estaba allí cuando trajeron las vacas y las cabras, pero lo que no sabía era que todo eso era mi dote. Sé que fue mi padre quien acordó mi casamiento".
Una vida de adversidades
La vida de Mariam, narrada por ella misma a lo largo de este documental, es una historia cuajada de carencias, abusos, frustraciones y sufrimientos, que en buena medida refleja y condensa la difícil situación que vive la mujer en Uganda.
En la actualidad, su modo de vida puede considerarse apenas un triunfo precario sobre la adversidad: "Aunque soy analfabeta, puedo criar y educar a mis hijos. Y bueno, trato de confiar en la sabiduría práctica que me ha dado Dios. Saco dinero de aquí y de allá", explica Mariam, que se dedica a lavar ropa o a elaborar y vender aguardiente casero para sobrevivir.
Empoderamiento y esperanza de cambio
Francis Emblica trabaja en la Fundación para el cuidado de los niños y el empoderamiento de los jóvenes, uno de cuyos objetivos primordiales es ofrecer a las niñas y adolescentes de Uganda una formación psicosocial "para que desarrollen su mente y sepan evitar enfermedades".
"Luego, más tarde, les ofrecemos cursos de formación profesional, porque es necesario que ellas estén empoderadas económicamente –continúa explicando este activista–. Es gracias a su empoderamiento económico que podrán abstenerse de tener relaciones con los hombres que se les acerquen para obtener favores sexuales".
Tal como explica Margherita Kello, "en el año 2017 el Gobierno de Uganda presentó una estrategia nacional para la prevención del matrimonio infantil y del embarazo adolescente". La trabajadora de Plan International recuerda "que la situación hace 3 o 4 años era mucho peor", y ahora en cambio "se está moviendo". "Ahora, las propias chicas jóvenes están empoderadas, sus intereses empiezan a estar en primera línea, empiezan a luchar por sus derechos", afirma con satisfacción.
Para conocer a fondo la historia de Mariam, que es un reflejo revelador de la sociedad ugandesa y del difícil lugar que las mujeres ocupan en ella, les recomendamos que vean completo el documental que les ofrecemos.
Fuente: rt.com