"Los programas compiten a ver quién lleva a la persona más golpeada", dijo el actor, en una fuerte crítica por la repercusión de sus dichos.
Nicolás Cabré y Laurita Fernández generaron un fuerte debate al compartir una entrevista, donde hablaron de su convivencia.
En diálogo con Teleshow, Laurita contó entre risas: “Me retó porque no hice la cama”. Entonces, Cabré explicó: “Yo no soy del obsesivo - hincha bolas. Yo lo hago, lo hago yo. Si yo me voy y vuelvo y está la cama deshecha, siento como que no me quiere más. Hoy se lo pregunté: '¿Se te está pasando o está…?' Por eso, no es ‘¿Por qué no hiciste la cama?’. Sino que me preocupa”.
Luego de recibir un sinfín de críticas y que su novia lo defendiera públicamente, Nicolás habló por primera vez del tema en un móvil con Los Ángeles de la Mañana.
“Es algo de lo que nos reímos. Tener que explicar ‘no, ella hace la cama cuando yo me levanto antes y me tengo que ir, o sea no la voy a levantar antes para yo hacer la cama’... Nos reímos. Es una pavada que dijimos riéndonos. Después pusieron que nos reímos nerviosamente. Lo que dije es todo lo contrario. Dije 'no hace la cama y chau, no me quiere más. ¿Te enojaste por algo o estabas apurada?’”.
Cuando Ángel de Brito le preguntó si se acostumbró a que sus declaraciones generaran ese interés, Cabré respondió y criticó a los medios.
“No, no me gusta. Antes era diferente. Antes decían ‘sos gay’ y tenía que salir a decir que me gustaban las mujeres. Decían que era sucio, yo aclaraba que soy un obsesivo de la limpieza. Ahora el mecanismo es este… ‘Sos golpeador’. Hay mucha gente que está esperando a que diga que esa remera negra no me gusta para decirme racista. Se está banalizando algo porque les funciona. De hecho, no hace falta más que mirar los programas de la tarde, que están compitiendo a ver quién lleva a la persona más golpeada”, afirmó, polémico.
Y agregó: “Para mí se banaliza algo que es muy serio y deberíamos tratarlo con mucho más respeto. No todo es lo mismo. Sino es una cacería de brujas. Las cosas están muy delicadas. También estamos aprendiendo a comunicarnos, hay todo un cambio que hay que entender. Lo que podés decir relajado, hay gente que lo toma a mal porque tiene ganas de tomarlo a mal. Lo entiendo, no lo entiendo, me disgusta, no me cambia la vida. Sé lo que soy y la gente que me conoce sabe quién soy. Disfruto de algunas cosas y otras no me gustan”.
Enojado, cerró: “A partir de estar con Lau y de Rufina conocí el amor de otra manera, y a lo mejor me abro... Yo le decía a Lau que la verdad parece que están pidiendo que vuelva a ser asqueroso y que diga ‘no me preguntés pelotudeces’. La pregunta fue ¿cuándo lo echarías de la casa? Quisimos remar una pregunta que para mí es muy pelotuda”.