La abogada aseguró que, si bien todavía no fue notificada, apelará la medida y dijo que hay gente que le tiene “bronca” porque ella “dignifica” a la mujer y a sus hijos
Después de que el Colegio de Abogados suspendiera su matrícula por un año, acusada de violar el secreto profesional, Ana Rosenfeld estuvo en La Noche de Mirtha y, en diálogo con la diva, aseguró que ella no tuvo una conducta inapropiada, que apelará la medida y que ella “dignifica” a la mujer.
El fallo del Colegio de Abogados tuvo lugar un año después de que Rosenfeld manifestara que “por un tema de principios éticos y morales, por una conducta y línea de vida doy un paso al costado” al patrocinio legal de Juan Darthés, en la causa que el actor había iniciado contra Calu Rivero. La letrada había tomado esta decisión un día antes de que Thelma Fardin contara públicamente que había sido violada por su colega. A raíz de esta decisión, los doctores Francisco Oneto y Fernando Miguez la acusaron por supuesta violación al secreto profesional ante el Tribunal de Disciplina.
“Estoy enojada, por supuesto. Por dos razones. Primero, por la injusticia que estoy viviendo, y fundamentalmente porque el Tribunal de Disciplina, la Sala 1 en particular, que es la que me sancionó, dio a conocer la sentencia antes de comunicármelo a mí: yo todavía no estoy notificada, no me avisaron. No leí la sentencia, no me enteré, es una irregularidad muy grande, por algo estoy pidiéndole al Colegio Público no solamente que tome medidas contra la Sala, porque en definitiva es una irregularidad, hay que hacer una investigación”, expresó la reconocida abogada en la mesa de Mirtha Legrand.
La letrada dijo desconocer los motivos por los que realizaron esta acusación en su contra y aseguró: “Voy a apelar el fallo, voy a llegar hasta la Corte Suprema porque es inconstitucional que me quieran prohibir que trabaje durante un año”.
Y aclaró: "En realidad creo que están enojados con otras cosas, no con Ana Rosenfeld. O a lo mejor les molesta Ana Rosenfeld. Creo que a la gente le molesta no solamente mi popularidad, mi fama, el cariño que tengo de la gente, sino que cada vez que tengo la oportunidad digo todo lo que siento y cuando me tengo que enojar con la Justicia me enojo. Y cuando me enojo con los colegas también me enojo, pero siempre defendiendo el derecho desde un lugar de mucha dignidad, que es lo que vengo haciendo”.
En ese sentido, precisó: “A lo mejor me tienen tanta bronca porque dignifico el derecho de la mujer y de los hijos, fundamentalmente. El hombre se va de la casa en un divorcio y después espera a que llegue una sentencia que lo obligue a él a darle la mujer lo que le corresponde. Muchas veces el hombre la obliga a quedarse en la casa y la mujer toma la decisión, o sea no toda mujer tiene la posibilidad de encarar una profesión o un trabajo y en el momento que se separan, por la edad, muchas veces la mujer no puede reinsertarse en el mercado laboral. Entonces la Justicia o los jueces al momento de darle a la ex lo que le corresponde no le da verdaderamente dinero para vivir. A veces no le da la cuota alimentaria que corresponde y realmente la mujer pasa mucha miseria y deshonra”.
Según su testimonio, cuando ella era su abogada, Darthés le confesó cosas que ella no contó públicamente: “Nunca ventilé ningún secreto profesional. Me acusan de haber dado un paso al costado, de haber dejado a Darthés. Usted (a Mirtha) lo tuvo sentado en su mesa y en todo momento él dijo ‘todo lo que quieran saber hablen con Ana Rosenfeld’, ni él se defendía. Yo me acuerdo que usted en un momento le dijo ‘pero decí algo, Juan’, y él en todo momento dijo ‘hablén con Ana Rosenfeld’ por el tema puntual que me había encomendado, que era el de Calu Rivero”.
"Realmente se produjo un desequilibrio muy grande y una desproporción, una desconfianza cliente-abogado. ¿Cómo él no me cuenta, sabiendo que yo defiendo mujeres? ¿Cómo él no me cuenta que podía aparecer algo que iba a ir contra mis principios éticos, morales, de mujer?”, se preguntó.
De todas formas, aseguró que ella no lo “abandonó”: “Seguí siendo su abogada durante los diez días que me obliga el Código, pero yo era abogada de él solo en el caso de Calu Rivero. Y lo que pasó el día del colectivo de Actrices, que fue el estallido social donde en cadena nacional se transmitió una sensación tan delicada como es que una mujer salió a denunciar una situación tan particular como la que denunció... Yo no tenía conocimiento, no sabía”.
“La realidad es que yo no me bajé del caso. Yo no era abogada de él: era abogada puntualmente del tema Calu Rivero. Cuando me llama Fabián Doman me dice: ‘¿Vos sabés cuál es la persona a la que van a denunciar?' Le digo que no y ahí me dice: ‘Ana, chequeá bien’. Lo llamé a Juan y le dije: ‘¿Vos sabés lo que va a pasar mañana?’ Y hablamos y nunca hice pública nuestra charla. Y le dije: ‘Mirá, por un tema mío de ética, de principios, de moral, yo no puedo seguir siendo abogada tuya en el tema de Calu Rivero’. Pero no en nada nuevo que apareciera”, explicó.
“Yo no conocía el caso de Thelma -aseguró-. De hecho yo le hago saber mi incomodidad. No hay dos Anas, hay una Ana que puede defender a Darthés en el tema de Calu Rivero, no lo perjudiqué para nada. Simplemente Ana Rosenfeld decidió dar un paso al costado, siguió mi estudio jurídico asesorándolo a él”.
La abogada aseguró que no hubo una mala conducta en su accionar y concluyó: “No me retiré en el tema de Calu River durante los diez días que el Código Civil me obliga. El Código Procesal me obliga a seguir siendo su abogada. Yo lo fui, pero no lo iba a ser nunca jamás en el tema de Thelma Fardin”.