Tomados de la mano y mirándose a los ojos, el empresario le declaró su amor delante de todos los invitados. El video del emotivo ida y vuelta de los recién casados.
En un altar repleto de flores blancas que conformaban un arco, y con una iluminación tenue que le aportaba aún más romanticismo a la boda, Pampita (41) y Roberto García Moritán (42) se juraron amor eterno, bajo la mirada de sus seres queridos, en el Palacio Sans Souci.
Tomados de la mano y mirándose a los ojos, el empresario le dijo a la modelo, en un ida y vuelta de bellas palabras que intercambiaron en la boda: "Estoy viviendo los días más felices de mi vida. Sabés que te amo como nunca imaginé poder llegar a amar, y aparte fue desde el primer día. El primer día que te vi nunca más nos pudimos separar, nunca más pude soltar tu mano... Estás más linda que nunca y no nos podemos despegar. Llegamos tarde a todos lados. Dormimos abrazados. No podemos dejar de estar cerca uno del otro. La convicción que tenemos los dos hace que esta familia vaya a ser una familia espectacular".
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Con signos de emoción en su voz, Pampita le respondió, sumando en su declaración de amor a los hijos de García Moritán, Santino (14) y Delfina (13), fruto de su matrimonio pasado con Milagros Brito: "Yo quiero un compañero en esta vida, quiero un compañero para contarle mis cosas, para soñar juntos. Sueño con volver a formar una familia, quiero a alguien que esté en el día a día, minuto a minuto. Quiero cuidar a alguien, quiero darle todo mi amor y mi corazón a otra persona. Y me dije 'me parece que ya es hora’. Lo pedí con tantas ganas, con tanta fuerza, que no me cabe duda de que me escucharon.... No me imaginé que iba a venir con estos dos soles, estos dos divinos, que los amo, igual que te amo a vos, que son familia también para mí. Así que (el cielo) no me mandó un regalo, me mandó tres, y tengo un corazón inmerso para darles todo el amor del mundo el resto de mi vida. Gracias al cielo por mandarme al mejor hombre".
En algunos momentos del cruce de declaraciones, los invitados aplaudieron y celebraron con felicidad la unión amorosa que se estaba concretando ante sus ojos.